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Catorce años después de que comenzaran los enfrentamientos entre los clanes Rojas y Giraldo, en la Sierra Nevada de Santa Marta, los exparamilitares Hernán Giraldo Serna, alias el Patrón, y Adán Rojas Ospino, conocido como el Negro, hicieron un pacto de paz entre las dos familias.

El acuerdo entre las cabezas de estas familias que otrora se trenzaron en una batalla territorial y fueron los líderes visibles del paramilitarismo en esta zona, se pactó el pasado 16 de octubre durante una audiencia de Justicia y Paz en el Centro Cívico, de Barranquilla.

A través de videoconferencia, Giraldo, que fuera jefe del frente Resistencia Tayrona y hoy está preso en una cárcel en Virginia, Estados Unidos -tras haber sido extraditado-, habló ante la fiscal novena de Justicia y Paz, Zeneida López, y frente a Rojas, recluido actualmente en el pabellón de Justicia y Paz de la cárcel Modelo, en la capital atlanticense.

Hernán Giraldo, a través de videoconferencia el 16 de octubre. En Barranquilla lo escuchaba Adán Rojas.

En la audiencia Serna aseguró que 'fue una guerra en la que todos perdimos', y no quiere que sus hijos y nietos la 'hereden'.

'Tenemos que echarle agua a ese tizón, que no se vuelva a prender con ninguna palabra de personas que solo están buscando que sigamos la guerra, esto le conviene a muchas personas, pero a nosotros nos perjudica', afirmó.

Rigoberto Rojas Mendoza, hijo de Adán, detalló que ambas familias expusieron todos los problemas que tuvieron en el pasado y al final llegaron al acuerdo de no seguir con las confrontaciones.

El desmovilizado enfatizó que quieren quitarle el ‘caballito de batalla’ a las personas que utilizan los dos apellidos para seguir con las confrontaciones en la calle, y así seguir asesinando.

'No se van a dar más confrontaciones ni retaliaciones por hechos pasados, esperamos hacia futuro que nunca más se vuelvan a presentar; que se acabe ese estigma en el que nos tienen', apuntó.

Adán Rojas Ospino

Adán Rojas Ospino empuñó por primera vez un arma cuando tenía 11 años. Fue en 1956 cuando las Farc asesinaron a su padre, Adán del Carmen Rojas, porque este le regalaba al Ejército panela y bastimentos.

Por su parte a Hernán Giraldo Serna la Fiscalía lo sindica de agresiones sexuales contra unas 50 menores de edad, con las cuales tuvo 24 hijos.

Reafirman acuerdo. Daniel Giraldo Contreras y Miguel Adán Rojas, hijos de los excabecillas paramilitares y recluidos en la cárcel Modelo de Barranquilla tras desmovilizarse, reafirmaron el acuerdo entre ambas familias estrechando sus manos en una audiencia de versión libre realizada el pasado 20 de octubre en Barranquilla.

De acuerdo con Miguel, antes del enfrentamiento armado las dos familias eran amigas, por lo que el enfrentamiento lo calificó como una guerra entre conocidos.

'Hay que tratar de ser un poco más tolerantes ya que en un tiempo fuimos unas personas de poca tolerancia y no veíamos tanto mal que le hacíamos a la sociedad', dijo el exparamilitar también conocido como el Negro Adán.

Por su parte, Giraldo Contreras indicó que están recorriendo 'el camino hacia la paz de Colombia, para que se acabe el rencor entre las familias'.

Hernán Giraldo Serna

El hijo de alias el Patrón recordó que la guerra entre ambas familias se inició en el 2000 por diferencias que se suscitaron en ese tiempo. 'No queremos que nuestros hijos se vinculen a ningún grupo armado en el día de mañana, lo que queremos es que sean personas de bien y poder disfrutar con ellos en paz el tiempo que nos queda', señaló.

El origen de la disputa. En 1969 Hernán Giraldo Serna al igual que Adán Rojas Ospino llegaron a la Sierra Nevada de Santa Marta desde Caldas y Tolima, donde tenían presencia las guerrillas de las Farc y el ELN.

Hacia los años 80 conformaron el grupo armado denominado los Chamizos, para defenderse del frente 19 de las Farc y del Eln.

Los Chamizos dominaron durante más de 20 años la zona norte del Caribe colombiano, pero la sociedad se rompió por el control del narcotráfico y dejó muchos muertos y heridos, entre ellos a Emérito Rueda Rosa, amigo cercano y aliado político de Giraldo, lo que desató su furia y derivó en su sed de venganza.

Tras esa muerte, el Patrón le pidió ‘permiso’ a los Castaño, creadores de las Autodefensas Unidas de Colimbia, para atacar a los Rojas, sus antiguos socios, para lo cual encontró respaldo.

El ataque fue el 6 de febrero de 2000 en el corregimiento de Bonda, de Santa Marta, donde estaba la base de los Rojas. Durante dos horas sostuvieron enfrentamientos, muriendo tres miembros del grupo de los Rojas, y quedaron heridos padre e hijo.

Mientras buscaban atención médica en Barranquilla, fueron capturados por las autoridades Rigoberto y Adán Rojas. La victoria de Giraldo se selló con la entrega de dos miembros del clan de los Rojas, quienes se rindieron y se llevaron 27 fusiles.

En 2001, luego de una serie de atentados en Santa Marta, llegaron al acuerdo que creó el Frente Resistencia Tayrona con Hernán Giraldo como su comandante, dependiente de Rodrigo Tovar, alias Jorge 40. Este grupo paramilitar alcanzó a reclutar 1.200 hombres y mujeres.