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Después de tres meses y 32 sesiones que duraron más de 300 horas, la etapa probatoria del proceso penal contra Samuel Viñas Abomohor llegó a su fin.

Ayer, el defensor del acusado incorporó las últimas ocho pruebas, incluyendo el testimonio de Franklin Escobar, el cuarto psiquiatra que lo valoró. Compareció en la mañana, ante el Juez Tercero Penal del Circuito.

Al igual que los otros tres especialistas contratados por el empresario, Escobar insistió en que éste cometió el crimen de Clarena Acosta, el primero de enero en la madrugada, sumido en una “ira e intenso dolor” y, por ende, “no era consciente de sus actos”.

Sin embargo, el Fiscal renunció a contrainterrogarlo por considerar que su testimonio “se pudo contaminar” antes de llegar a la audiencia, pues fue recogido en el aeropuerto por Laura Viñas, hija mayor de la ex pareja, quien ya había declarado esta semana ante el Juez Tercero como testigo de la defensa de su padre.

QUISO INTERVENIR. En la sesión de la noche, Viñas le manifestó al despacho su deseo de ser interrogado, pero la diferencia de conceptos con su representante lo impidió.

“Quiero declarar. Ya aquí la teoría de mi defensa ha demostrado el 99,9 por ciento de la verdad, pero yo he insistido en que siempre quiero decir la verdad”, dijo el enjuiciado.

Para ese momento, su abogado ya había expresado que “con mi defendido no nos hemos puesto de acuerdo”.

Empero, el Juez negó esa petición por lo que establece el artículo 130 del Código de Procedimiento Penal: “(...) en todo caso, de mediar conflicto entre las peticiones o actuaciones de la defensa con las del imputado o procesado prevalecen las de aquella”, indicó

Superado dicha controversia, el regidor fijó para el próximo viernes 19 de noviembre, a partir de las 8 a.m., la audiencia de alegatos de conclusión de las partes e intervinientes en este proceso penal.

Al final de la diligencia, Viñas mostró su molestia por la decisión de su abogado. Se conoció que anoche, tras salir de la sala custodiado por policías y guardias del Inpec, se tornó agresivo en la carceleta del Centro Cívico, al punto que se analizaba su traslado a una clínica de reposo y no a la Penitenciaria de El Bosque.

Por: Germán Corcho Tróchez