El minúsculo bebé de oso panda cuyo nacimiento el lunes hizo las delicias de los japoneses y las portadas de gran parte de sus medios de comunicación parece gozar de buena salud, informó este martes el zoo Ueno de Tokio.
Su madre, Shin Shin, una osa de 11 años y 110 kg de peso, que se encuentra al resguardo de las miradas y del ruido, mantenía este martes constantemente pegado a su cálido pelaje al dimunito recién nacido, cuyo peso fue estimado tras su alumbramiento en 150 gramos.
'Parece gozar de buena salud porque con regularidad oímos sus pequeños gritos', declaró el director del zoológico, Yutaka Fukuda.
Los responsables del parque afirmaron que todavía no pueden determinar el sexo, el peso ni el tamaño del pequeño panda, que no se separa de su madre.
Estos úrsidos de pelaje negro y blanco, cuando llegan al mundo son de color rosado, no tienen pelo y pesan unos 100 gramos.
Los trabajadores del zoo intentan saber ahora si el pequeño toma la leche de su madre.