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Para muchas personas, el Ártico es considerado la parte más fría del mundo. Si bien es cierto que en el Polo Norte el mercurio suele marcar de -31ºC a 0ºC en invierno, en la tierra hay lugares con temperaturas más bajas para esa época del año.

Oymyakon, ubicado al este de Siberia, es un pequeño municipio de la República de Sajá perteneciente a la Federación Rusa. Ahí, de acuerdo con reportes, el 26 de enero de 1926 el termómetro marcó 71,2 grados bajo cero. Asimismo, el pueblo en donde habitan unos 920 habitantes, el frío es tan fuerte que incluso se congelan hasta las lágrimas, el papel higiénico y las cañerías.

'Siempre que pueden, los habitantes del pueblo permanecen adentro de sus casas. No pasan más tiempo afuera de lo necesario, son muy cautelosos. Las pocas personas que uno puede encontrarse no tienen muchas ganas de conversar, sus conductas son totalmente compresible en un lugar en el que estar a 65 grados bajo cero es algo habitual en enero', aseguró Amos Chapple, fotógrafo neozelandés que visitó el pueblo hace cuatro años.