El Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Desastres de Filipinas elevó ayer a 190 los muertos y 605 heridos, en el terremoto de 7,2 grados que sacudió el centro de Filipinas hace una semana y causó daños por valor de más de 15 millones de euros.
De las 190 muertes, 177 de ellas sucedieron en la isla de Bohol, donde se registró el epicentro del seísmo.