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La compañía de la familia y el lado más humano de cada servidor son aspectos fundamentales para tener éxito en una sala de parto. En la Clínica Portoazul Auna esto se ha comprendido al máximo, y se ha generado un ambiente idóneo, que hace la diferencia en todo lo relacionado a la atención de madres y neonatos.

Las salas amplias en las que cualquier madre puede tener al lado a su conyugue desde las horas del trabajo de parto, al igual que durante el momento en el que la criatura sale del vientre, se convierten en un primer rasgo diferencial en materia de atención.

Además, entre sus atributos, La Clínica Portoazul Auna cuenta con salas TPR las cuales permiten que se realice el trabajo de parto, el parto y la recuperación de la madre en la misma habitación. Estas salas cuentan con ayudas diagnósticas para monitorear a la madre y el feto durante el trabajo de parto.

Hasta tres familiares que cumplan con protocolos de bioseguridad, pueden ser parte del acompañamiento de la madre durante el trabajo de parto.

El trabajo previo

Como parte de la antesala del parto, la madre encuentra en su habitación una cama hospitalaria, que al momento necesario toma las características ginecológicas. Esto implica que la mujer embarazada no tiene que ser llevada a un lugar distinto al momento del parto.

'El componente afectivo resulta crucial en el estado de ánimo de una madre, de toda la experiencia que le significa, más allá de si es su primer embarazo o si lo ha vivido en varias ocasiones. Solo cuando exista una eventualidad, si el obstetra lo considera, será necesario el traslado de la paciente al quirófano', explicó Ana Carolina Ramírez, jefe de enfermería en la Unidad de Cuidados Obstétricos, quien cuenta con 18 años de experiencia.

'El bebe nace y se realiza de inmediato un contacto piel a piel con su madre unido aún al cordón umbilical. Seguido a esto, realizamos la termorregulación del bebé, toma de signos vitales y colocación de vacunas junto a su madre, iniciando de forma inmediata la lactancia materna', agregó la doctora Margarita Charris, quien en condición de pediatra y neonatóloga dirige la unidad.

Capacidad de respuesta

Otro detalle que resulta fundamental, es que los recién nacidos que necesitan atención inmediata de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, pueden ser permanentemente acompañados por la madre de manera ininterrumpida – si se encuentra en condiciones -, el padre, o abuelos de acuerdo a las circunstancias puede acompañarlos, lo que permite incentivar la lactancia materna e involucrar a la familia en el proceso de la estancia en la Unidad de recién nacidos.

Entre las expectativas fijadas, figura que dentro de poco el acompañamiento pueda volver a ser reglamentado para 24 horas, tal como era antes de la pandemia del coronavirus.

Los familiares que acompañan a los bebés, además de tender incidencia en el componente afectivo, cuentan con que el personal de la clínica les enseña lo relacionado a cuidados y más aspectos, que resultan tan básicos como relevantes. Enfermeras, auxiliares y médicos, se mantienen dispuestos a despejar cualquier duda.

'Contamos con un recurso humano especializado en el manejo de la patología neonatal, lo que repercute en el manejo exitoso de los neonato', destacó la doctora Charris.

'En cuanto a los recursos tecnológicos hay que destacar que siempre contamos con todo lo necesario para responder a las circunstancias. Ventiladores de alta frecuencia, el óxido nítrico para salvar vidas de bebés con hipertensión pulmonar, o el monitor necesario para hacer seguimiento de signos vitales. Al final todo es resultado de una gran articulación', concluyó.

Comprendiendo el hecho de nacer como una expresión suprema de amor, en el que tiene una alta incidencia cada persona involucrada, la Clínica Portoazul Auna ofrece una experiencia sin igual a cada familia, basada en el compromiso de todos sus trabajadores para lograr un ambiente de gran armonía.