Día de los Angelitos, por el rescate de la tradición
En los orígenes de la celebración colombiana los niños iban de casa en casa pidiendo insumos para un sancocho. En la actualidad, la tradición sigue viva pese al auge del Halloween.
Ángeles somos, del cielo venimos, pidiendo limosnas pa' nosotros mismos”, es el cántico que se escucha hoy por las calles del Caribe mientras los niños piden dulces de casa en casa en la celebración de su día.
El primero de noviembre se celebra el Día de todos los Santos, que según el calendario católico es dedicado a los niños, y es por ello que en Colombia, ese mismo día, también se celebra el Día de los Angelitos. En esta fecha son muchos los pequeños que salen a las calles y centros comerciales durante el día a pedir dulces, acompañados por sus padres, vestidos de blanco, con alas y aureolas sobre sus cabecitas, mientras cantan pidiendo que les llenen sus bolsas con cualquier cantidad de dulces.
Aunque la fiesta de Halloween sigue siendo motivo de gran celebración para adultos y niños la noche anterior, la fiesta del 1 de noviembre se mantiene firme, así lo asegura Nanet Mercado, miembro de la Comisión de la Pastoral Infantil de la Arquidiócesis de Barranquilla. “Nos hemos dado cuenta que en los últimos años la tradición de celebrar la fiesta de angelitos está retomando fuerza, por eso en las parroquias se organizan actividades dedicadas a ellos, entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre”. Además, enfatizó en la importancia de concientizar a los niños y a sus padres sobre el “rescate de nuestras tradiciones, como lo es esta fecha”.
El Día de los Angelitos es celebrado en diferentes ciudades del Caribe colombiano y aunque hoy es común que se pidan dulces, hace algunos años los chiquillos salían a las calles a recolectar insumos para hacer un sancocho, pues se creía que en el Día de los Muertos las personas no debían cocinar y por ello cada 1 de noviembre se hacía comida para compartir con los vecinos y seres queridos.
Mercado asegura que esta fiesta tiene su origen en la celebración llamada Chaquetía el Día de Todos los Santos, la cual realizaba la comunidad autónoma española de Extremadura, situada en la zona suroeste de la península ibérica, como antesala al Día de Todos los Difuntos (dos de noviembre). Se conoce como chaquetía o chiquitia a la merienda que los días 1 o 2 de noviembre se realiza en el campo y se consumen frutos secos como higos pasos, nueces, bellotas, granadas, castañas. También, el dulce de membrillo y ciertas tortas típicas o panes especiales. Hoy en día todavía se celebra esta tradición y en varios pueblos los más pequeños van de casa en casa con el cántico: “Tía, tía, dame la chiquitía, que sino no eres mi tía”.
Inicialmente la chaquetía podía referirse al aguinaldo que niños recogían por adelantado de sus familiares o vecinos para atender los toques en los campanarios el 2 de noviembre.
Angelitos se toman las calles. Siguiendo la tradicional fiesta de ‘Angelitos por la Paz’ que nació en 2001, la Arquidiócesis de Barranquilla ha organizado desde las distintas parroquias del Atlántico, una salida a evangelizar por las calles, lo particular es que el mensaje será transmitido por niños y niñas que llevarán dulces a los hogares para compartir.
“Este año el papa Francisco llamó al mes extraordinario de la misión, nosotros quisimos estar en la misma línea y durante todo el mes de octubre estuvimos haciendo misión, o sea anunciando el evangelio, por eso la propuesta es ‘callejar la fe’, que los niños les enseñen el evangelio a quienes se encuentren en las calles".
Tenga en cuenta
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar hace las siguientes recomendaciones para evitar que los menores de edad sean expuestos a riesgos innecesarios:
1. Todos los niños deben ir acompañados de sus padres o de un adulto responsable.
2. Asegúrese que los niños lleven una escarapela con los números telefónicos de sus padres o familiares, para que puedan ser auxiliados en caso de extravío.
3. Evite que los niños ingresen a casas de desconocidos o acepten invitaciones de personas extrañas.
4. No pierda a los niños de vista durante el recorrido.
5. Revise los dulces que los niños reciben durante la jornada, evite que consuman aquellos cuya envoltura no esté en buen estad.
6. Ante cualquier síntoma de intoxicación, guarde una muestra del producto y procure recordar el lugar donde lo pudo haber recibido para hacer el respectivo reporte.
