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Una sorpresa le brindan hoy al industrial Jaime Gontovnik los que siempre se han sorprendido con su afición: sorprender con los momentos que de vida y de la ciudad que atesora con su cámara fotográfica. Este es el motivo por el cual los amigos del industrial polaco Jaime Gontovnik se congregarán hoy a las 7:30 p.m. en la Galería de La Aduana de Barranquilla para homenajearlo.

Planeada desde 2005, puesto que ha requerido de gran esfuerzo, la exposición está compuesta por piezas logradas desde 1950 y revelan no solo momentos familiares y alrededor de la amistad sino que son 'fotografías que se convierten ahora en patrimonio realizado por uno de los habitantes que más ha amado este Caribe colombiano', dice el curador de la muestra el fotógrafo Jaime Segura.

También en opinión de Segura, en la exposición prevalece 'sus contenidos, son en conjunto la historia particular de una familia, organizada cronológica y temáticamente por la archivadora, su esposa doña Yutta. Lo sorprendente es, por una parte, la calidad de las imágenes que indica claramente una sensibilidad artística y el dominio del oficio'.

La colección observada como un cuerpo de trabajo, vista con ojos foráneos, supera las anécdotas familiares y permite identificar una serie de temas de interés que se repiten en el tiempo: como por ejemplo la pesca, una de sus pasiones, escribe Segura en los apuntes de su curaduría.

Gontovnik en sus inicios, además de documentarse sobre la fotografía, como aplicado y juicio autodidacta se dedica a investigar y llevar a la práctica todo el proceso para que la fotografía, en aquellos tiempos cobrara vida, desde el cuarto oscuro: revelado, copiado y ampliación. Esta exposición denominada ‘Toda una vida’, permite entonces mostrar una afición que pasó a ser una misión de vida, que respondía en su tiempo a valores estéticos dignos de mostrarse en medios de gran importancia.

Biografía

Jaime Gontovnik nació en 1928 en un pueblo de Polonia que hoy es de Lituania: Adutiskis. Llegó con su madre, Sarah, su hermana Heine y su hermano Kasriel, al muelle de Puerto Colombia en 1933, donde los esperaba su padre Jacobo, quien había inmigrado tres años antes para poder ahorrar y traerlos. Jaime, el hijo menor, a los 14 años dejó el colegio para dedicarse a trabajar. Después de ayudar a su papá en el almacén de calzado, con su cuñado compró un almacén y allí se sembró el germen de una industria que aún persiste y da trabajo a unas 400 personas en el país. Jaime tiene pasiones que ha ejercido toda una vida: trabajar, formar una familia, pescar, coleccionar y escuchar música, y la fotografía.

Premios

Es los primeros años de afición por la fotografía recibió el primer reconocimiento: la bella imagen de un atardecer con las siluetas de unos veleros en Puerto Colombia fue premiada como la Foto de la semana en el periódico ‘La Prensa’, en 1952. M.G.R.