
Alia, la niña riohachera que cumplió su sueño de conocer a Silvestre Dangond
Su pasión por la música del artista empezó desde los dos años y por una razón particular: ella sufre de parálisis cerebral y para sus terapias siempre le ponían las canciones de él.
Con tan solo ocho años, Alia Vanessa Gutiérrez Melo es una de las grandes fans del cantante de vallenato Silvestre Dangond. Su pasión por la música del artista empezó desde los dos años y por una razón particular: ella sufre de parálisis cerebral y para sus terapias siempre le ponían las canciones del cantante oriundo de Urumita (La Guajira). Su gran sueño era conocerlo.
Alia no puede hablar, pero expresa sus emociones con la mirada y la sonrisa. Es por eso que cada vez que escucha las canciones de Silvestre no puede evitar emocionarse e incluso hasta llorar de la misma alegría que le causa verlo, así sea por televisión. Sus canciones favoritas son ‘el Glu Glu’, ‘Casáte conmigo’ y ‘Por un beso de tu boca’.
El gran día para ella llegó. Josnar Lora, miembro de la Fundación Silvestristas de Corazón, decidió darle una gran sorpresa a la niña y a su familia: contactó a Silvestre para que la visitara y conociera a esta niña, que con sus cabello ensortijado, su risa y su mirada cautivan a todo el que la conoce.
En principio, y para no dañar la sorpresa, Lora les dijo a los familiares que harían una videollamada con Silvestre, pero lo que ellos no sabían era que el cantante iría hasta allá. . Luego de una larga espera el pasado domingo, Josnar y Silvestre fueron hasta la casa de la niña este lunes y compartieron un buen rato, según contó a EL HERALDO.
Así fue el momento:
Ella lleva el vallenato en su sangre. Nació en Riohacha, pero siempre que le preguntan dice que es de La Junta. Desde hace unos años vino a vivir en Barranquilla en compañía de sus padres y sus dos hermanos menores. En su cuarto tiene un gran pendón con un montaje de ella junto con Silvestre y sus tiempos libres siempre ve los videos del cantante.
EL HERALDO visitó la casa de Alia Vanessa y en una conversación con los padres de ella nos contaron cómo es el día a día con la niña:
“A pesar de su discapacidad, ella sabe mucho, entiende mucho. Tiene limitación de lenguaje y motora, pero ella entiende perfectamente. Busca la manera de comunicarse, de hacerse entender. Su afición por su silvestre como desde los dos años porque Nosotros somos guajiros y allá se escucha demasiado la música de Silvestre. Yo le colocaba los videos de Silvestre en las terapias para que pudiera acceder. Hacíamos esto como parte de estímulo. Cuando está triste y comienza a llorar, pero ella comienza a mostrar con los ojos y así nosotros entendemos lo que le pasa”, dijo Saine Melo, madre de Alia Vanessa.
Según siguió contando la mujer, la pequeña Alia hace diariamente terapias, inclusión escolar e inclusión social. “Tratamos de darle una vida normal, la llevamos a los parques, a los cumpleaños, a la playa, viajamos con ella.”, agregó Melo.
Cuando a Saine le preguntan sobre su hija, le brillan los ojos. Para ella ser madre de Alia es algo realmente maravilloso. “Lo más lindo de ser la mamá de Alia… es una bendición ser padre de un niño en condición de discapacidad, uno aprende mucho. Porque a pesar de que uno como mamá se limita de muchas cosas, uno aprende a valorar, a dar amor, a ser tolerante. A dar mucho amor, lo que se le puede dar a ella es amor. Lo más complicado es luchar con el sistema de seguridad social de la EPS para que a estos niños le den los medicamentos que necesitan. Uno va aprendiendo que tiene que luchar por los derechos de ellos”, aseguró.
Asimismo, Andrés Gutiérrez, padre de Alia dijo que la niña para ellos es motivo de orgullo y felicidad. “Para mi es una bendición. Para nosotros ella no es peso en ningún momento, le pido a Dios que nos de fuerza. Mi hija para nosotros es todo. Trabajamos en pro de su salud”, finalizó el hombre.