‘13 vidas’: cinta basada en el rescate a un equipo de fútbol de una cueva

Entre 800 metros y un kilómetro de profundidad, más de un kilómetro de longitud, centenas de horas de zozobra y más de 1000 personas dentro y fuera de la cueva esperando por rescatar a 13 personas. Estas son algunas cifras que fueron mundialmente conocidas y permanecieron acompañadas del dolor de los familiares, la angustia de un país entero y la sangre de rescatistas que dieron hasta su propia vida para llevar a cabo el que es considerado el rescate más destacado de los últimos años.

Todo lo anterior, con el mérito suficiente y la magnitud de un caso así, sirvió de inspiración para que surgiera la cinta 13 vidas. El film es dirigido por el experimentado estadounidense Ron Howard, que también se ha destacado como actor y productor. 

Se trata del ganador de dos premios Óscar a Mejor Director y Película por A beautiful Mind (Una mente brillante).

El cineasta que también es reconocido por liderar proyectos de culto para la industria como Apolo 13, se embarcó en la travesía de Tham Luang y contó con un reparto de lujo que incluyó a: Colin Farrell, Viggo Mortensen, Joel Edgerton y el actor de raíces thai conocido en Hollywood, Sahajak Boonthanakit. Con su ayuda logró revivir los momentos más tensionantes de la historia reciente del país asiático.

Junio de 2018. Norte de Tailandia, frontera con Birmania y Laos. Un equipo de fútbol juvenil y su entrenador van, como parte de un paseo común y corriente, al circuito de cavernas en Tham Luang, donde harían un picnic y una caminata, todo para celebrar el cumpleaños de uno de ellos.

No obstante, las amenazantes lluvias hicieron que los pozos del espacio subterráneo se llenaran rápidamente y los deportistas se vieran atrapados, debatiéndose entre la libertad y la prisión natural, con sus vidas en riesgo. 

Howard, quien ya sabe lo que es traducir situaciones de angustia ante la cámara, confesó en diálogo con EL HERALDO el proceso para mostrar a la audiencia algo similar a “dos películas”, una que transcurre fuera de la oscura cueva, donde aparece un equipo de rescate que incluyó a la Real Armada Tailandesa, un grupo SEAL, rescatistas internacionales, medios de comunicación, al gobernador de la provincia y decenas de familias que solo tenían, en medio del temor absoluto, la esperanza de reencontrarse con sus hijos y hermanos.

“Esta cinta la comparo mucho con Apolo 13, tengo un método muy particular y es que me gusta hacer películas en dos bloques. En 13 vidas, hay una unidad de base fuera de la caverna y otra dentro, entonces es como hacer dos películas. Una mostrando el desespero de los que están en el interior y otra para visibilizar la angustia y zozobra de los familiares y el pueblo que está afuera. En Apolo 13 se muestra por un lado los dramas de los que permanecen en la base y también los de los astronautas que exploran el espacio”, explicó el laureado director.

“Me encanta esta manera de hacer cine. Es algo así como tener un grupo en acción y un campamento base. En este caso, por ejemplo, estaban los buzos y estaban los niños y, en cierta medida, los medios de comunicación, así que seguía sintiendo que cada vez quería moverme de un punto de vista a otro y, a veces, mostrar la misma escena desde dos o tres perspectivas diferentes y pensé que le daba una especie de sensación de caos controlado”, añadió.

El cineasta que parece estar marcado por el número 13, convirtiéndolo en un amuleto de buena suerte, también habló sobre la oportunidad de revivir un momento tan difícil para la historia de Tailandia, pero mandando un mensaje de esperanza y no de sufrimiento.

Así, sobre la responsabilidad de reencarnar la que pudo haber sido una tragedia, Howard expresó que: “No fui padre de ninguno de los niños, pero creé un vínculo, revivirlo de nuevo fue realmente positivo para mí, de hecho revivirlo todos los días y haber sido parte de la película ahora  fue positivo y le aportó mucho a mi punto de vista de la historia”.