En estas páginas editoriales hemos dedicado amplio espacio al clamor de los departamentos de Bolívar y Atlántico para que, de una vez por todas, la APP del Canal del Dique sea una realidad en beneficio de los habitantes de estos dos territorios que comparten los 115 kilómetros de la estructura que reviste una gran importancia para la región Caribe y para el país.

No en vano el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, se posesionó y de inmediato dio su primera declaración oficial, una que ilusiona por el compromiso expresado con el Canal del Dique y la navegabilidad del río Magdalena.

Para hoy 12 de agosto había quedado programada la audiencia de adjudicación de la APP; sin embargo, la orden de la JEP a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para garantizar la búsqueda de los restos de más de 9 mil víctimas que se estiman fueron desaparecidas en el cuerpo de agua y a unos nuevos requerimientos de la Contraloría General que ya había emitido una alerta sobre la evaluación del único oferente que se presentó a la licitación –Sacyr–, el Ministerio suspendió el proceso y aplazó para el 12 de septiembre la audiencia de adjudicación, que no necesariamente garantiza que las obras serán entregadas a esta firma.

Argumentan el Ministerio y la ANI que la decisión obedece a “razones de prudencia, de socialización y razones que tienen que ver con una debida diligencia”, y advierten que será la última suspensión de este proceso en particular que se estructuró en el Gobierno anterior.

Los departamentos de Atlántico y Bolívar, urgidos de estas obras de recuperación del Canal del Dique para regular el ingreso de las aguas del Magdalena, controlar la sedimentación, las inundaciones y la intrusión salina, así como restaurar los ecosistemas de la zona, ya han esperado lo mucho en el anhelo y la convicción de que por fin esta necesidad prioritaria, entre otras tantas, sea por fin atendida. Ahora tendrán que esperar un mes más y rogando para que el oferente cumpla con las expectativas financieras y para que se logre atender las advertencias de los organismos de control y la orden de la JEP.

Un reto bastante difícil de superar en un mes de trabajo que se ha puesto el Gobierno, pero en el que la Costa confía en que no se le defraude una vez más.

El mensaje del ministro Reyes fue contundente y sin espacio a dudas: “Es un proyecto que va sí o sí”. Bolívar y el sur del Atlántico necesitan creer en que será posible, es un imperativo. Pero también dejó claro que deben tomarse decisiones prontas, y no será precisamente la necesidad de las obras las que harán que se adjudique el próximo 12 de septiembre. Si no se adjudican habrá que hacer un nuevo proceso para corregir lo que sea necesario, aclaró el funcionario. A prender la velita para que la APP del Canal del Dique no se siga postergando.

En tanto, ilusiona también que Guillermo Reyes haya enfatizado en que la navegabilidad del río Magdalena es una prioridad del Gobierno de Petro, que las oficinas de Cormagdalena vuelvan “a donde tienen que estar, en la Costa”, y que haya disposición para revisar la situación del aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla. El propio alcalde Jaime Pumarejo confirmó que acordaron comenzar mesas de trabajo para “ir avanzando en los anhelos de región y de ciudad”. Hay razones para ilusionarse, ojalá que no se defraude más a la Costa, la región que vio nacer al hoy presidente de los colombianos.