En el Caribe colombiano hay un talento inagotable para todo. Los ejemplos sobran. Gabriel García Márquez en la literatura, Shakira en la música, Silvia Tcherassi en la moda, Sofía Vergara en la actuación, Édgar Rentería en el béisbol y Carlos Valderrama, Falcao García, Carlos Bacca, Luis Fernando Muriel y Teófilo Gutiérrez en el fútbol son solo algunos de los botones para la muestra.
Existe una magia y una creatividad que brotan de forma natural y nos pueden hacer ver más allá del horizonte del mar. Lo más sorprendente es que las virtudes y condiciones especiales de algunos de los hijos de esta tierra salen a flote en medio de las situaciones más adversas y complejas. (¿Qué tal que contaran con un proceso formativo idóneo y las mejores circunstancias para cada actividad?).
Por eso no debe ser extraño que un chico tímido, humilde y delgado como Luis Díaz, con todas las dificultades y falencias que pudo encarar durante su formación como deportista, irrumpa en el balompié de élite y empiece a dar de qué hablar en otras latitudes.
Cuando a los sueños y a las cualidades espontáneas se les agrega deseo, ganas, dedicación, empeño y, sobre todo, disciplina (léase bien: d-i-s-c-i-p-l-i-n-a), se acaban los conformismos y límites, y se superan metas insospechadas.
Justo eso es lo que está viviendo el extremo guajiro que tiene contrato con el Porto de Portugal hasta el 30 de junio de 2024, con una cláusula de rescisión que asciende a los 80 millones de euros. Está recogiendo los frutos del sacrificio, del esfuerzo, del pundonor, de la lucha y del tiempo que le sembró a su pasión.
Y es que el fútbol es una profesión que exige rigor y permanente renovación de objetivos para desmarcarse de la fama fugaz y la gloria efímera.
La elevada cifra habla a las claras de la cotización que ha alcanzado su estilo de juego y lo mucho que valoran en el club luso sus características futbolísticas. Sí, 80 millones de euros es el seguro contractual que ata con el ‘Dragao’ al muchachito escuálido que el 23 de enero de 2015 se vino a probar en las divisiones menores de Junior ante la desconfianza de varios entrenadores que lo veían “muy flaquito” hasta que entró a la cancha y derrochó ese repertorio de amagues, gambetas y goles que seis años y medio después lo convirtieron en una de las principales figuras y el máximo anotador, junto a Lionel Messi (con cuatro tantos), de la Copa América Brasil-2021.
Las cuatro anotaciones, todas de gran factura, especialmente la chalaca ante Brasil, pusieron el nombre de Luis Díaz a sonar en todo el mundo y le demuestran a todos los jóvenes caribeños y colombianos en general que poseen la fortuna de conducir el balón con habilidad, velocidad y potencia, que solo deben creer en sí mismos, entregarse, atreverse y salir en busca de sus sueños.
‘Luchito’, el crack de Barrancas, La Guajira, está avanzando en sus batallas y todavía, a sus 24 años, tiene muchísimo más por dar en su club y la selección Colombia. Hacerle oídos sordos a los elogios, mantener su sencillez y tener claro que el éxito se labra día a día y que no le alcanzará solo con lo que acaba de hacer en la Copa América para seguir escalando posiciones es vital para su camino y el que le está marcando a los chicos que lo siguen y lo miran como ejemplo.