
La decisión de la subida del litro de leche en $200, a partir de esta semana, ha propiciado un interrogante: ¿qué sector de la cadena láctea pudo haber incidido para que subiera el valor? Ninguno asume la responsabilidad, todos achacan el problema al duro invierno que ha venido azotando a la Región Caribe desde el año pasado.
Tantas lluvias ha provocado la reducción en la producción lechera en el Atlántico. El Sur, que antes ofertaba unos 150.000 litros, hoy apenas está aportando 10.000 litros. Por eso ha habido necesidad de traer leche de otras regiones, cuyo precio se paga por la industria a $1.150 y se vende a $1.900 el litro al consumidor.
Dentro de la cadena láctea, el sector que más recibe, según los datos obtenidos por EL HERALDO, es el productor. Pasó de recibir $700 el año pasado a $800 por litro este año. Igual ha pasado en el resto de la cadena láctea costeña.
El director ejecutivo de Asoganorte, Luis Vicente Támara, afirma que aunque el productor obtiene un 40% de la cifra total, ese precio final es un margen bruto porque hay que incluirle los costos de producción, entre ellos energía, combustible, drogas veterinarias, Predial, insumos agrícolas y a partir de este año debe asumir la cancelación del impuesto al patrimonio nacional.
“Tradicionalmente el comercializador es el que más gana porque aunque tiene un porcentaje bajo, no invierte mucho como lo hacen los productores y sus ingresos son diarios y de contado, mientras el de los ganaderos es a largo plazo”, sostuvo el dirigente.
Támara manifestó que los comercializadores igualmente se benefician de los incentivos al consumo que otorga la industria como es la entrega de la docena de 14 unidades. Esto se ha generalizado en todo el país para las tiendas, grandes cadenas y otros negocios.
Los ganaderos consideran que antes les iba mejor con la fórmula 70% para ellos y un 30% para la industria, pero ella varió a partir de 2005 y ahora no pasa más allá del 40%.
El gerente general de Ciledco, Ricardo Rosales Zambrano, dijo que las empresas han tenido que pagar más en transporte por recoger la leche en las fincas ante el fuerte invierno.
“Son trochas de barro porque no hay buenas carreteras. En la Costa Caribe no existen vías terciarias, sino caminos de herraduras. Son un desastre”, sostuvo el industrial.
De acuerdo con Rosales Zambrano la industria tiene unos altos costos en cuanto al proceso: la pasteurización, la ultrapasteurización, el llenado aséptico y la bolsa, hasta ponerla en el despacho para que allí la recoja el distribuidor para los comercializadores.
El dirigente cree que con el aumento al precio al productor se está corrigiendo una injusticia que se ha tenido por muchos años con el ganadero.
A su vez, el gerente general de Coolechera, Eduardo Júbiz, señaló que según la Resolución 12 del Gobierno Nacional, “nosotros tenemos que pagarle un precio mínimo a los productores. En este momento de escasez hay que pagarlos más altos, sino no se tiene el producto”.
“En esta ocasión con la emergencia invernal, nos tocó subirle a los productores por la compra.
Primero porque no la hay y segundo porque están sufriendo también las inclemencias del invierno”, expuso.
El industrial dijo que otro elemento que se tuvo en cuenta fue que el mercado informal que produce quesos, como tiene posibilidad de trasladarle al consumidor el mayor precio, al subirlo de $2.500 a $6.000 en el mercado informal, absorbiendo gran parte de la leche.
Aunque cada uno esgrime sus razones, lo cierto es que el consumidor barranquillero le tocó asumir este costo de la leche que le afecta mucho su bolsillo.
Por Jorge Montaño