En el año 2024, Colombia alcanzó la cifra más baja de nacimientos ocurridos en la última década con 453.901 nacidos vivos lo que representa una caída del 12 % frente al año 2023, cuando se reportaron 515.549.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), al compararlo con el año 2015, la disminución es del 31,3 % que equivale a 207.098 nacimientos menos.
Para lo corrido del año corrido 2025 (enero – julio), los nacimientos registraron una disminución del 6,6 % frente al mismo periodo del 2024 (en materia de cifras es 243.870), y esto evidencia un ritmo de descenso más moderado a lo observado en los años corridos de 2023 (-9,1) y 2024 (-13,7%).
El Dane también reveló que la tasa específica de fecundidad en mujeres de 20 a 24 años pasó de 94,2 en 2015 a 54,7 en 2024, evidenciando una baja representativa de 41,9 %.
En ese sentido, los departamentos que reportaron una mayor reducción en el número de nacimientos en el año 2024 en comparación con 2023, fueron los departamentos de Vaupés -21,0 %, Sucre -20,4 %, Magdalena -20,2 % y Vichada -19,4 %.
Frente a esto, Fernando Salazar, profesor Investigador Senior MinCiencias, le dijo a EL HERALDO que la disminución de la natalidad en Colombia no es un fenómeno aislado, es consecuencia de un conjunto de variables sistémicas que están afectadas por la situación del país y las condiciones de incertidumbre a nivel global.
“Estos aspectos preocupan a las potencias y economías más fuertes del planeta porque la tasa de natalidad no iguala por lo menos los niveles de remplazo demográfico de los países, marcado por una tendencia generalizada. Se puede evidenciar que han venido cambiando los patrones de comportamiento sociales, de género, de participación laboral, de mayor educación o de acceso a estas asociado con transformaciones sociales profundas que han sido apoyadas por diferentes gobiernos”, señaló Salazar.
En ese sentido, explicó que si se analizan estos resultados del comportamiento de la natalidad en Colombia, las razones son múltiples también, porque van de la mano con las expectativas de proyectos de vida, de ese cambio de paradigmas generacionales que han venido direccionando el comportamiento de la sociedad, los cambios en la economía del país que influyen directamente en el empleo, la educación, la salud, los sectores productivos por el comportamiento de las empresas y los fenómenos sociales han venido marcando ese cambio en los patrones de comportamiento y cómo se está asumiendo y entendiendo la natalidad.
“Los jóvenes, población entre los 18 y los 30 años, manifiestan permanentemente que no desean tener hijos, han transformado su concepto de familia a las llamadas familias “multiespecie” donde los integrantes son seres humanos y animales, mascotas que no los perciben como tal sino como “hijos”. Las condiciones socioeconómicas son otro factor determinante, y para Colombia particularmente, que ha sido un país que ha debido transitar por cambios estructurales decisivos en la educación, la salud, el empleo y la informalidad, son temas que generan mucha incertidumbre frente al futuro, lo que hace que la población en capacidad de procrear y conformar familia como célula de la sociedad, lo piense, planee para tomar decisiones que en la mayoría de los casos son no tener hijos. Piensan primero en su bienestar personal, en sus propios propósitos de vida y otros intereses más individuales", dijo Salazar.
Añade que el tema económico definitivamente está asociado al índice de natalidad y de las tasas de remplazo de la población.
“Toda sociedad necesita superar las tasas de reemplazo con las de natalidad, es decir lograr un equilibrio promedio por arriba entre la disminución de su población frente a los nacimientos, sólo así no se convierte en un país “viejo”“, precisó.