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Puede que en la cotidianidad del ser Caribe, lo más cercano que haya a China sea su gastronomía, especialmente esa ancestral que se sirve en grandes cantidades y que alcanza para toda la familia y los amigos. Lo cierto es que ese gigante país asiático, del cual cada vez se conocen más noticias que su exquisito arroz, es un mercado inagotable que desde hace ya algún tiempo tiene abiertas sus puertas para el ingreso de los negocios extranjeros y tiene grandes oportunidades para que el Atlántico incursione.

De hecho, hoy China es considerada la segunda potencia económica universal y cualquier sacudón que suceda en ese país, afecta al mundo entero, tal como se ha demostrado en las últimas semanas con la guerra comercial con Estados Unidos, que ha llevado el precio del dólar a los históricos más altos de la divisa en Colombia.

Expertos consultados coinciden en afirmar que a la monumental China no se le debe ver como una amenaza, sino como una oportunidad del tamaño de sus 9.500 millones de kilómetros cuadrados y sus cerca de 1.380 millones de habitantes, que están dispuestos a consumir de todo.

Jaime Suárez, presidente de la Cámara Colombo-china, considera que las relaciones comerciales con China cada vez son más fluidas hacia el departamento del Atlántico. 'Cada año vemos más a nuestros empresarios negociando con China, importando productos y asistiendo a algunas de las muchas ferias comerciales tanto sectoriales como multisectoriales que se hacen allá'.

Primer join venture

La directora de ProBarranquilla, Ana María Badel, señala que en los últimos 10 años se han materializado 17 proyectos de origen asiático en el Atlántico. 'Empresas como Sutherland (India), Hinduja (India), Komatsu (Japón), UCPL (India) y Adama (China) son algunos ejemplos de compañías multinacionales que le han apostado a Barranquilla y el Atlántico para establecer sus operaciones', explica. 

Badel dice que hace dos años ProBarranquilla viene trabajando un proyecto que califica como 'muy significativo', pues será el primer joint venture de una empresa china con una barranquillera. 'Es la primera inversión en Colombia en el subsector de dispositivos médicos con el proyecto de Waston Colombia', agrega. En virtud de este acuerdo comercial, en 2020 arranca la operación de la primera planta de manufactura de implantes de osteosíntesis y ortopedia en Barranquilla. Este proyecto tendrá una inversión aproximada de USD5 millones y generará alrededor de 50 empleos directos y 300 indirectos.

Chatarra atlanticense

Las diferentes terminales comerciales que hay en el Atántico son el principal punto de partida de la mayor parte de las exportaciones colombianas hacia ese país, principalmente en el sector de la chatarra que mueve enormes volúmenes de mercancía.

Cifras de ProColombia señalan que las exportaciones del sector metalmecánico del Atlántico a China aumentaron en 29,4% entre 2017 y 2018, y en los primeros cinco meses de 2019 sumaron USD2,5 millones.

Suárez afirma que, si bien el sector de la chatarra es lo que más se exporta hacia china, hay empresas de otros sectores que han incursionado con éxito en ese mercado y en el caso concreto del Atlántico una compañía que se dedica a la fabricación de globos y productos de recreación, desde hace varios años tiene un comercio fluido con China desde donde importa materia prima y hacia donde envía producto terminado.

Lissete Cervantes, consultora barranquillera para comercio con China, quien reside en ese país, considera que muchas veces las barreras con ese enorme mercado se las imponen los propios empresarios, quienes piensan que es difícil negociar con los chinos, empezando por los problemas del idioma o la cultura.

'Yo creo que aquí en China hay muchos productos nuestros que tendrían una gran recepción, por ejemplo en el agro. Nuestras frutas son de una calidad excelente y tenemos un clima en el cual se da un tipo de que no se consiguen todo el año en China', señaló.

Intercambio comercial

Todo lo referente a manufactura, principalmente maquinaria y el sector tecnológico, ocupa los mayores rubros de las importaciones desde China hacia el Atlántico, aunque también se traen productos de la industria automotriz, plástico, productos de ferretería y otros.

En cuanto a exportaciones hacia el gigante asiático, la chatarra del Atlántico es lo que más se exporta, por lo cual hay oportunidades para diferentes sectores, con la limitante que, de momento, no hay admisibilidad sanitaria para exportar productos frescos del agro, salvo solo para el banano y el aguacate, aunque se podría exportar producto procesado, incluso snacks saludables, hechos con base en productos de nuestros campos.

También hay oportunidad en otros sectores como snacks con base en el cacao, y en el aspecto textil hay un mercado para la moda muy importante, el cual requiere de un trabajo por parte de los empresarios de ese sector, que tienen que conocer la cultura, idiosincrasia china, viajar a las ferias y hacer contactos que puedan garantizar el éxito.

Las exportaciones no minero-energéticas del Atlántico a China llegaron en 2018 a USD88,5 millones, con un incremento del 12,5% frente al 2018. Entre enero y mayo de este año fueron de USD6,6 millones.

Incluso, muchos empresarios desconocen la existencia de la Cámara Colombo-china, una entidad que está justamente constituida para ayudar en diferentes procesos, tanto políticos como comerciales, pero que tiene un trabajo importante en lo último, ya que se encarga de facilitar los contactos a través de las ferias, ayuda tanto al empresario local que quiere exportar a China, como al chino que desea invertir en Colombia.

La conclusión de los analistas sobre el tema es que hacer negocios con los chinos no es tarea fácil, pero tampoco es difícil. 

Jaime Suárez, de la Cámara Colombo-china, dice que el empresario que quiera tener éxito en un mercado tan atractivo tiene que estar dispuesto a invertir en visitar el país, empaparse de la cultura china, de su forma de hacer negocios y muchas veces hasta del idioma.

Algo en lo que coincide Lissette Cervantes, quien afirma que a los chinos les gusta cerrar negocios alrededor de una mesa, en la que haya abundante comida y en ocasiones con un brindis de complacencia.

Así como celebramos en cualquier rincón del Caribe con la comida china. Tal cual. De manera abundante y deliciosa. Poco a poco el Atlántico está encontrando la ruta que lo llevará al gigante mercado de la enorme y enigmática República Popular de China.

Xiomi abre tienda

La dinámica de las relaciones comerciales entre China y el departamento del Atlántico en los últimos días se ve reflejado en la decisiónes como la adoptada por el gigante de la tecnología Xiaomi, que abrió las puertas de una tienda en un centro comercial de Barranquiilla, y llega de la mano del empresario Said Castellanos.

La marca se caracteriza por fabricar teléfonos inteligentes de muy buena relación calidad-precio con presencia en almacenes de grandes superficies. Con el anuncio de su entrada a Barranquilla es la tercera en el país en la estrategia de abarcar el mercado de la Región Caribe.

Esta compañía desarrolla sus propios productos vio una oportunidad para seguir creciendo en el mercado nacional con la iniciativa de empresarios locales.