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El petróleo tocó ayer máximos en dos años y medio en una sesión con bajo volumen de negocios. Una de las razones fue una explosión en un oleoducto en Libia y los recortes de suministro liderados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).

El crudo referencial internacional del Brent subía US$1,44, o un 2,21%, a US$66,69 por barril. Los precios tocaron un máximo en la sesión a US$66,83, su nivel más alto desde mayo del 2015.

El petróleo referencial estadounidense, a su vez, subía US$1,21, o un 2,1%, a US$59,68 por barril, tras trepar hasta US$59,86, un máximo desde junio de 2015.

Se estima que Libia está perdiendo unos 90.000 barriles de crudo por día a raíz de la explosión de un oleoducto que llega al puerto Es Sider, dijo una fuente de ese país.

La producción petrolera de Libia se ha estado recuperando en los últimos meses tras haber disminuido durante años por conflictos armados y levantamientos tribales.

El Brent ha subido un 17% en 2017, mientras que el referencial estadounidense ha ganado 11%. La Opep, Rusia y otros estados productores han limitado su bombeo para disminuir la abundante sobreoferta.