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Junior se volvió un ocho en su cumpleaños 98 y el Once se salió con la suya. Ordenado, combativo y con algo de fortuna, el ‘Blanco-Blanco’ oscureció el ataque local y se llevó la victoria 2-1 de un estadio Metropolitano repleto y entusiasmado.

Lástima la derrota. La hinchada rojiblanca armó una fiesta colorida y alegre para celebrar los 98 calendarios del club y vivió con pasión el previo y el partido de la sexta jornada de la Liga II, pero el final resultó el más amargo para todo el juniorismo.

Ayron Del Valle, a los 25 minutos, de penalti, y Marlon Piedrahita, con un tiro libre que se desvió en la cabeza de Edwuin Cetré en el 90+4, anotaron los goles que aguaron el festejo del cumpleaños.

El equipo visitante se la puso difícil al local. A pesar de la presión de un estadio lleno y vibrante, los dirigidos por Diego Corredor no se intimidaron y lograron contrarrestar la intensidad y las mareas ofensivas que trataron de imponer los pupilos de Juan Cruz Real.

Los once blancos se arrinconaron en su territorio y se mantuvieron ordenados y despiertos. A Junior le faltó la cuota de chispa, precisión y claridad necesarias para penetrar y llegar con peligro. No bastaba con los intentos de Wálmer Pacheco por derecha y Fredy Hinestroza por izquierda.

Pacheco estuvo bien escoltado todo el tiempo, mientras Hinestroza se encontró con un Jorge Cardona duro de pasar. Cuando el zurdo lograba superar al lateral y mandar el centro, Fáiner Torijano y Jéider Riquett aparecían para rechazar.

En medio de esa esterilidad por los costados, las acciones inofensivas de Carmelo Valencia y la falta de inspiración de Yesus Cabrera y Fabián Sambueza, que pedía la bola e intentaba sin redondear una buena posibilidad, Caldas se encontró con la ventaja tras un saque de banda que tomó distraído al sistema defensivo de los ‘Tiburones’.

Hinestroza, en su desespero por tomar la pelota cuando la luchaba con Ayron Del Valle, lo sujetó y el árbitro Diego Ulloa, que estuvo lento para reanudar e incentivar el tan cacareado 'tiempo efectivo de juego', marcó de inmediato el cobro desde los doce pasos.

Del Valle se paró en el punto blanco, superó a Viera y descorchó el marcador en la celebración rojiblanca. Demasiado premio para un onceno que solo se dedicó a proteger su arco en esa etapa inicial.