Todo se define en Ibagué. Le costó sudor, sufrimiento y drama, pero Junior hizo la tarea, venció 1-0 al Cúcuta y se mantuvo en el liderato del Grupo A, que en la última fecha presentará el duelo entre los rojiblancos y el Deportes Tolima, que ayer igualó 1-1 ante Atlético Nacional, en Medellín.
Solo Tiburones y Pijaos continúan con vida. Verdolagas y Motilones se despidieron de la posibilidad de llegar a la final.
Fue una misión casi imposible vulnerar la portería de un combativo Cúcuta, que vendió cara su derrota hasta el último minuto de juego. Solo Teófilo Gutiérrez, a través del cobro de una pena máxima, pudo acertar y marcar el gol (al minuto 73) que significó tres valiosos puntos.
Junior no pudo descorchar el marcador en el primer tiempo. Cúcuta, con orden y con garra se protegía de las intenciones ofensivas locales.
Atrincherado en su área, con sus once hombres como centinelas, el visitante se la puso difícil a Teófilo Gutiérrez y su combo.
El crack del barrio La Chinita agarró la batuta y trató de imponer el ritmo, pero no tenía intérpretes. Cetré, Hinestroza y Sandoval pedían ‘la guitarra’ y querían entrar en el toque, pero no estuvieron afinados en esa etapa inicial.
Tampoco James Sánchez y Leonardo Pico en procura de sacar la pelota limpia. Las bandas también se cerraron para Piedrahíta y Fuentes. Junior no encontraba la ruta hacia el gol y el Cúcuta amenazaba con un contraataque rápido y picante con Ever Valencia y Luis Miranda.
De todas formas, a pesar de ese panorama nublado, Junior halló un par de luces que no supo aprovechar. La primera fue una pelota profunda que Rafael Pérez le puso a Hinestroza y en la que el zurdo se equivocó al no compartir.
La segunda revivió una especie de karma: los penaltis. Al igual que ante Atlético Nacional, los Tiburones dilapidaron un cobro desde los doce pasos. Esta vez Sebastián Viera se paró en el punto blanco y, lamentablemente, como le ocurrió a Sandoval ante los verdes, tampoco atinó.
A la potente ejecución del cancerbero uruguayo le faltó algo de ubicación, el balón besó el travesaño y siguió de largo. No obstante, el charrúa recibió el respaldo unánime de la afición.
El penalti fue sancionado erróneamente porque la mano en el área del defensor motilón se dio después que la pelota se desvió en su pierna. Así no es considerado infracción.
En el periodo complementario, Junior salió con mejor actitud, más agresivo y determinado a romper el celofán.
Sandoval, Hinestroza y Cetré por poco convierten, pero sus remates carecieron de la puntería suficiente.
El tiempo transcurría y el gol nada que se gritaba. Julio Comesaña mandó a la cancha a Daniel Moreno y Luis González, que no entraron con la inspiración y energía para modificar la situación.
Sin embargo, era Junior, con más ganas y deseos, el que seguía tratando de estremecer la red hasta que su insistencia fue premiada con un nuevo penal. Esta vez sí existió mano clara de Alexis Hinestroza.
En medio de la celebración por una nueva opción de oro para anotar, surgieron la angustia y las dudas para definir el pateador. El esférico lo agarró Cetré, pero Teófilo Gutiérrez se lo quitó para pasárselo a Rafael Pérez. Mera se le acercó al cartagenero y le dijo que se lo cediera a Cetré. Parecía que sería el vallecaucano, pero varios jugadores se amontonaron en el punto blanco. James Sánchez también pidió la bola en un momento. Desde ahí voltearon varios a preguntarle a Comesaña, que se quedó pensando. Después de un rato de dimes y diretes, que yo, que tú, finalmente Teo dijo: 'Yo pateo'. Asumió su responsabilidad de líder, se paró frente a la pelota y convirtió el gol que tiene a Junior a un punto de una nueva final. Hay que lograrlo en Ibagué.