Un drama con final feliz. Una dura lucha con recompensa. Un castigo al fútbol ultradefensivo. El clásico costeño se puede resumir en esas tres frases. Cuando la suerte parecía echada y muchos aficionados de Junior ya se habían marchado del estadio, cuando los hinchas del Unión Magdalena sonreían disimuladamente y el tiempo prácticamente se había extinguido, Germán Mera salvó la patria e hizo explotar de júbilo las tribunas del Metropolitano.
El cronómetro marcaba el minuto 95 y fracción. Eran los 60 segundos extras que el árbitro Andrés Rojas había adicionado por el tiempo que el arquero visitante Horacio Ramírez quemó simulando golpes durante los 5 que se agregaron inicialmente. Con el reloj imparable corriendo, los rojiblancos se jugaron la última esperanza. Germán Gutiérrez agarró la pelota y envió un pelotazo largo hacia el área. Teófilo Gutiérrez, en medio de la difícil marca de un defensa central, se levantó y cabeceó la pelota hacia Mera. El zaguero, que prácticamente fue un delantero en la agonía del partido, aprovechó la oportunidad, superó a la zaga azulgrana y metió un frentazo bendito que sobrepasó la oposición de Ramírez y logró el milagro: ¡GOOOOOOOOLLLL!
Por fin el equipo rojiblanco y su afición pudo desahogar ese grito que solo se ha dado cuatro veces en diez fechas de la Liga Águila II.
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Los 90 minutos consumados, el trámite del juego, la falta claridad de los Tiburones, sus antecedentes estériles y la manera en la que Unión se defendía con sus once hombres, hacía pensar que Junior terminaría en blanco por cuarto partido consecutivo de Liga y seguiría sin ganarle al Unión Magdalena desde que regresó a la primera división (empataron dos veces 1-1 en el primer semestre).
‘El Ciclón’, que nunca sopló ofensivamente, se salió con la suya en el primer tiempo. Después de unos primeros minutos de confusión en los que no lograba enlazar cuatro pases seguidos, Junior se apoderó del balón y metió a los once visitantes en su área, pero sin la habilidad, la precisión, la penetración y la contundencia para abrir el marcador.
Las buenas intenciones de ‘Cariaco’ González y Teófilo Gutiérrez no bastaban para doblegar del todo al adversario. Los dos pedían el esférico y participaban bastante. Se dominaba la pelota y se mandaba en el juego, pero sin hacer daño. La misma esterilidad que ha acompañado al campeón de Colombia en este semestre.
Cantillo, de buen desempeño esta vez, ejerció como arquitecto para tratar de construir desde la primera línea las jugadas de gol del anfitrión, pero al borde del área samaria, donde los defensores y volantes estaban atentos a rechazar, todo se derrumbaba.
Junior caminó cojo en los primeros 45 minutos. Mientras por la izquierda, con Germán Gutiérrez y James Sánchez, no producía absolutamente nada; por la derecha, con Piedrahíta y ‘Cariaco’, atacaba constantemente. Desde esa banda, tras un centro del lateral diestro, Edder Farías recibió un centro que recordó que se encontraba en la cancha.
El venezolano una vez más pasaba desapercibido hasta que cabeceó el envío de Piedrahíta y puso a volar al arquero Horacio Ramírez en el ángulo superior derecho de la portería.
Unión solo le dio gran trabajo a Sebastián Viera en el minuto 8, cuando Vega no pudo superar su correcto achique en un mano a mano. Desde entonces no hubo más noticias del arquero uruguayo en su rol de atajador. Apareció para cobrar un tiro libre sin éxito y no más.
Los dos equipos se fueron a los vestidores con sensaciones distintas. Unión, feliz y satisfecho con su 0-0, Junior, preocupado por su repetida improductividad.
En el segundo período todo permanecía igual. La escuadra conducida por Pedro Sarmiento con candado reforzado, con cambios pensados en blindar su arco y nunca en buscar el contrario. Táctica del murciélago. Rechazos a cualquier lado, simulación de lesiones y todo el repertorio de marrullería para perder tiempo.
Junior, que mejoró un tris con el ingreso de Yohandry Orozco y Daniel Moreno, naufragaba en un mar de imprecisiones y de falta de claridad. Ya con el agua al cuello, cuando no había a quien encomendarse para encontrar el gol y los fanáticos que se quedaron hasta el final refunfuñaban y decían que los jugadores rojiblancos 'no le hacen goles ni al arco iris', salió a flote el héroe de la noche.
Con las caras angustiadas de la gente, como expresando: ¡Oh! ¿Y ahora quién podrá salvarnos?... Un defensa, un hombre acostumbrado a evitarlos, anotó el gol, Germán era el man.
Minuto a minuto
2. Remate cruzado de Teófilo que resulta desviado.
8. Viera achica bien ante un mano a mano con Vega y evita el gol visitante.
20. Farías manda a las nubes un rebote que le quedó tras un pésimo rechazo del portero Horacio Ramírez un centro manso de ‘Cariaco’ González.
21. Ramírez se reivindica con una espectacular atajada ante cabezazo de Farías luego de centro de Piedrahíta.
Segundo tiempo
56. Centro de Piedrahíta que Rafa Pérez y Mera fueron a buscar al mismo tiempo y el cartagenero cabeceó incómodo y desviado. Era una buena opción.
81. Excelente tocata de Junior que Víctor Cantillo no supo definir. El volante se juntó y recibió pase profundo de Yohandry, pero al resolver remató sin dirección.
83. Hinestroza cabecea ante centro de Piedrahíta y la pelota se pierde a un lado del palo derecho del guardameta. 87. Teófilo remata mal un pase ‘de la muerte’ de Daniel Moreno.
87. Piedrahíta remata por encima del travesaño una bola que quedó suelta tras un centro. El arco samario estaba desguarnecido.
90+6. GOL de Junior. Pelotazo largo de Germán Gutiérrez que Teófilo cabecea hacia Germán Mera, que lucha la pelota, gana en el salto y pone su frente para vencer por fin a Ramírez.