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En los últimos días, Luis Amaranto Perea ha ejercido la autocrítica. Ha reconocido equivocaciones y ha lanzado algunos dardos a sus dirigidos y a su propia labor. 

'En Junior hay jugadores con mucho recorrido y cambiar hábitos de gente grande es difícil, nuestro trabajo tiene una muy alta carga cognitiva', dijo a Win Sports. 'Para mejorar a nuestro fútbol, hay que ayudar al futbolista para que entienda, y estando en un equipo grande, que son 90 o 95 minutos a máxima intensidad, y no lo hemos logrado, yo ahí, tengo que ser sincero, no lo hemos podido lograr, quizás ha sido mi incapacidad', agregó.

'Desgraciadamente tenemos un equipo que no habla, y los pocos que hablan son Sebastián Viera y Teófilo Gutiérrez. Es un equipo mudo, y, a partir de ahí, eso es un gran problema que tenemos. Muchas veces, hablando, corrigiendo al compañero, evitamos muchísimas situaciones. Teo, en ese sentido, cuando la cosa se pone difícil, Teo resuelve muchas situaciones, el carácter que tiene Teo, Sebastián, Mera, me parece que necesitamos más jugadores, uno por línea, que tengan esa capacidad de liderazgo. Parece un detalle menor, pero no es un detalle menor, cuando Teo no está, no está Sebastián, no está Borja, el equipo se ve mermado en liderazgo', comentó en el programa Todos juegan.  

La derrota 1-0 ante Patriotas, en Tunja, un ‘deja vu’ de lo sucedido ante Chicó en la misma ciudad (caída 2-1), alborotó nuevamente el avispero en el mundo rojiblanco. La victoria 2-0 frente a Millonarios había sido balsámica y suponía un nuevo comienzo para Perea y sus muchachos, pero el tropezón en territorio tunjano revivió los fantasmas de un equipo que sigue sin cuajar y sin contar con una regularidad que le permita vencer y convencer.  

Sin embargo, el entrenador y sus dirigidos tendrán una nueva oportunidad ante Bucaramanga, este viernes a partir de las 8 p.m., en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, en la undécima jornada de la Liga. Todavía no hay ‘game over’ para Perea. Tiene una vida más. Y ganar es necesario e imprescindible si no la quiere perder. 

El triunfo también es inaplazable para los Tiburones porque ya son séptimos en la tabla de posiciones, con los mismos 16 puntos del octavo y el noveno (Dim y Millos). Hay varios equipos que vienen escalando peldaños con ganas de tumbarlos.