Con una imponente actuación de 42 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias, Giannis Antetokounmpo derribó este sábado a los Boston Celtics (103-101) y le dio a los Milwaukee Bucks el 2-1 en esta apasionante semifinal del Este.
En otro choque muy físico, emocionante y con tramos de dominio para ambos equipos, el dominicano Al Horford, excelente durante toda la tarde, estuvo a punto de forzar la prórroga para los Celtics con un palmeo sobre la bocina, pero la revisión de los árbitros confirmó que el balón todavía estaba en su mano cuando se acabó el tiempo.
Milwaukee ganaba de 14 puntos en el tercer cuarto, pero Boston llegó a ponerse un punto por encima en el último parcial y se quedó muy cerca de certificar una gran remontada.
El desenlace también tuvo polémica ya que, con -3 para los Celtics y 4.6 segundos en el reloj, Marcus Smart recibió una falta cuando intentaba lanzar de tres pero los árbitros solo le dieron dos tiros libres.
En cualquier caso, Antetokounmpo fue el gran dominador en las dos canastas mientras que los Celtics echaron en falta a Jayson Tatum (solo 10 puntos con un terrible 4 de 19 en tiros).
Jrue Holiday (25 puntos y 7 rebotes) fue el escudero del griego en unos Bucks en los que no jugaron el español Serge Ibaka y el argentino Luca Vildoza.
Jaylen Brown (27 puntos y 12 rebotes) y Al Horford (22 puntos y 16 rebotes) fueron los mejores de Boston en un encuentro de grandes defensas (ningún equipo llegó al 30 % en triples).
Bucks y Celtics se enfrentarán el lunes en el cuarto partido, que se jugará también en Milwaukee.
SIN RECETA CONTRA ANTETOKOUNMPO
Ambos equipos presentaron novedades en sus quintetos: Allen entró por Portis en los Bucks mientras que Smart, el Jugador Defensivo del Año en la NBA, regresó en los Celtics tras su lesión.
Pese a esos cambios, el guion de Milwaukee continuó como en los dos partidos anteriores con Antetokounmpo y López haciendo daño en la zona.
Sí hubo variaciones en los Celtics, que tras volcar su ataque en el perímetro en los encuentros de Boston hoy encontró la manera de anotar en la pintura en el arranque.
De cualquier forma, las defensas volvieron a imponerse en un primer cuarto (22-19) de pelea en cada jugada y ritmo entrecortado.
Tatum empezó el partido con escaso brillo, pero en el segundo parcial se lució con un enorme mate al contraataque pese a que Antetokounmpo le retó en el aro.
El griego era una gran amenaza tanto en defensa como en ataque, pero la intensidad de los Bucks les pasó factura: Antetokounmpo, López y Allen llegaron al descanso con tres faltas cada uno.
En un partido de márgenes tan estrechos, un acelerón de 0-7 en el último minuto le dio la ventaja tras la primera mitad (46-50) a unos Celtics más colectivos y equilibrados.
Con los dos conjuntos exhibiendo músculo y garra en defensa, la primera parte se cerró con un terrorífico 7 de 36 en triples entre ambos equipos.
El encuentro pedía una marcha más y Antetokounmpo se puso al volante.
Imparable en sus penetraciones y sin parar de aplastar rivales en la zona, el griego dio forma a un espectacular 20-6 de salida que dejó pasmados a unos Celtics fríos en la reanudación, que perdieron cinco balones en menos de seis minutos y que sufrían las transiciones locales (66-56 con 6.14 por jugarse).
Mientras Antetokounmpo encendía a sus compañeros -sobre todo a Holiday- con su inagotable energía, los Celtics se estrellaban contra la defensa de los Bucks y seguían esperando a un Tatum sorprendentemente ausente (80-67 tras un 34-17 en el tercer cuarto).
Aun así, Boston estaba lejos de darse por vencido.
Brown encontró su puntería perdida y la defensa de los Celtics mejoró en el inicio del último cuarto para darle un importante toque de atención a los Bucks (90-85 con 7.30 para el final).
A ese fabuloso esfuerzo de los Celtics se unió Horford, que cumplirá 36 años en junio pero que sigue siendo un jugador tremendamente valioso.
A solo un punto se pusieron los visitantes con cuatro minutos para el final, pero no acertaban a culminar la remontada.
Lo lograron con dos tiros libres de Brown a falta de 1.49 (99-100), pero los Bucks reaccionaron en el momento crucial con una canasta de Antetokounmpo y un afortunado tiro de Holiday (103-100), una corta ventaja que, pese a la polémica falta sobre Smart y el intento a la desesperada de Horford, fue suficiente para amarrar la victoria.
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