A Wang no le paran los taxis y la gente a veces le mira con desprecio en el autobús, pero desde que se ha convertido en una estrella de la televisión siente cada vez más aceptación en China hacia adultos como ellos, atrapados en cuerpos de niños.
'La televisión ha hecho muchos reportajes sobre nosotros, así que ahora en el autobús hay muchos pasajeros que nos quieren', cuenta a Efe Wang, un joven de 22 años que juega como delantero en el primer equipo de enanos futbolistas del país.
Aunque la singularidad de la plantilla destaca, su fama no sólo se debe al fútbol. Wang forma parte de un grupo de 50 talentosos enanos que viven a las afueras de Pekín y trabajan en un teatro de marionetas. En sus tiempos libres jugaban al fútbol y de ahí partió la idea de armar un equipo. 'No me lo tomé en serio al principio, pero un día fui a visitar el teatro, les vi jugando y me emocionaron sus ganas a pesar de su intenso horario de trabajo', comenta el entrenador Lin Zhonghua.
La idea inicial, servir de sparring a niños de escuelas. Y con esa idea ya han viajado a Alemania, Suiza y Corea del Sur para jugar y actuar en teatros de marionetas.
'Como somos bajitos, no podemos jugar con los altos. Somos un buen equipo, nos sentimos contentos de ayudar a los niños', exclama el pichichi Li Sai de 22 años.
'El fútbol me da la felicidad y la confianza', asegura el delantero, quien sueña, 'como todos los del equipo', en convertirse en estrellas de este deporte: 'Mi ídolo es Lionel Messi. Le adoro'. Efe