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Cuando existe una población joven golpeada por la violencia y la pobreza extrema, el deporte se convierte en la principal herramienta para sanar, de momento, esas heridas que son difíciles de asimilar, mas no imposibles de borrar.

Y el fútbol, al ser ese deporte incluyente, con mayor número de seguidores a nivel mundial, es el ideal.

Así lo entendió Samuel Azout, presidente de Fútbol con Corazón, organización que lleva seis años salvaguardando el futuro de un país: la niñez. Azout se alió con la empresa tecnológica LG para donar, el pasado jueves, una cancha de fútbol en el barrio Primero de Mayo, de Soledad.

'Nuestro trabajo consiste en ocupar el tiempo libre de los jóvenes después de las escuelas. Queremos hacerlo con un fútbol pedagógico, donde primen la paz, los valores y la honestidad en el juego', señaló Azout.

'Empezamos en el barrio La Paz, en el 2008 con 160 niños, hoy ya hay 3.200 niños y niñas en la organización. Todavía es muy poco porque en el Departamento hay 160 mil niños vulnerables a la droga, el alcohol y la criminalidad, nuestra misión es llegar a todos ellos', añadió el empresario barranquillero.

La comunidad, que poco a poco trata de erradicar su complejo presente por un apacible mañana, agradeció la obra.

'Es una alegría inmensa, el barrio está en un nuevo renacer. Esta cancha nos va a aportar un mejor futuro para los niños, para que se alejen de los vicios y podamos avanzar', expresó Luis Chacón, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio soledeño.