Santo Tomás: cuna de escritores en el Atlántico
Este municipio ha sido el hogar de muchos escritores que a lo largo de los años se encargan de robustecer la literatura tomasina.
Ubicado en la ribera del río Magdalena, Santo Tomás es un próspero municipio cuyos habitantes han sabido mantener y defender las tradiciones y costumbres propias de su territorio.
A través de los años, el municipio se ha convertido en un referente de fiestas y jolgorio por su tradicional Carnaval, y de religiosidad, por los flagelantes que anualmente en la Semana Mayor realizan su recorrido como símbolo de agradecimiento y una prueba de fe.
Durante años, Santo Tomás ha sido testigo del nacimiento de decenas de escritores que desde la academia, ciencia o literatura han tenido la necesidad de plasmar sus ideas en papel.
El municipio tiene alrededor de 30.000 mil habitantes, y actualmente más de treinta escritores, lo que equivale a un escritor vivo por cada mil habitante, destacándose entre los demás municipios del departamento y la región en este aspecto.
EL HERALDO dialogó con cinco escritores que desde sus distintas miradas, edades e historias de vida han querido dejar por escrito sus pensamientos y contribuir así al legado bibliográfico y literario del municipio.
Este año, Santo Tomás celebra su tercera edición de la Feria del Libro, en la que homenajearon al escritor Julián Acosta por su trayectoria y aportes a la cultura local desde las letras.
Contemplando la injusta situación que padecía un pájaro por estar en cautiverio, Guardiola buscó lápiz y papel, escribió un poema y desde entonces supo que las letras la acompañarían por el resto de su vida.
Esta tomasina afirma que las obras que ha publicado han sido el resultado de investigaciones personales que ha hecho la poeta con el propósito de plasmar en el papel su visión del mundo de la mano de cualquier situación que quiera narrar.
“En mis escritos se puede apreciar mucho la soledad, las ausencias, el misterio, pero también mis búsquedas personales. Es una mezcla de todo un poco que al final termina resultando y brindándoles a los lectores un buen producto”, expresó Guardiola.
Durante su camino como poeta, ha escrito una variedad de obras, entre ellas: No me esperen mañana, Tinta y pinceles, Los domingo de Mingo y la más reciente, Antiguos placeres.
Tatiana es cuidadosa con la exactitud de la palabra a la hora de escribir, siempre procura que cada intención que acompañe sus obras esté bien definida para que los lectores comprendan.
Durante la Feria del Libro, Guardiola estará presente con un estand en el que los visitantes al evento literario encontrarán las distintas obras que ha publicado durante estos años.
Jesús Pareja es un joven tomasino de 18 años que desde pequeño ha devorado con sus ojos cualquier texto, libro, novela o artículos que le han parecido interesantes, lo que lo ha convertido en un crítico lector y un escritor en potencia.
El estudiante de último grado de bachiller tiene claro que los autores a través de sus obras comunican y trata siempre de descifrar los mensajes que implícitamente plasman en sus textos.
“Mi amor por la literatura nace realmente cuando comprendí que por medio de ella uno puede describir al ser humano. Leí El Alquimista de Pablo Coehlo a los doce años y fue un libro que me inspiró a continuar leyendo”, sostuvo Pareja.
Sus escritos plasman situaciones relacionadas con la ciencia. La imaginación de Pareja no se detiene cuando ha tenido que personificar células, moléculas o átomos y aventurarlos en cualquier situación en la que los lectores aprendan de este complejo mundo, pero de una manera más fácil. Pareja afirma que a la hora de escribir la respalda con pasión y eso le permite que sus historias sean más veraces para quienes las lean.
La vida de Ramón Molinares se ha visto impregnada de letras y literatura desde niño. A pesar de no contar con una biblioteca pública en su época, este tomasino se las ingeniaba para leer, tomar referentes y luego escribir sus creaciones.
En su adolescencia obtuvo una beca para estudiar en Francia, una oportunidad que no dejó escapar y desde allá continuó escribiendo e inspirándose de ese nuevo mundo.
Sus cuentos y columnas han sido publicadas en EL HERALDO y El Espectador, además cuenta con una novela traducida al inglés y otra en francés. Sin darse cuenta, Molinares se ha convertido en un gran referente para los nuevos escritores tomasinos que lo ven como un modelo a seguir. “No hay pueblo que tenga tantos profesionales como Santo Tomás, allá hay una competencia por el saber y eso me alegra mucho. Espero que en el municipio sigan naciendo escritores que alcen su voz y dejen muy en alto este hermoso lugar”, afirmó.
A sus 80 años vive feliz y confiesa que la vida le ha dado más de lo que “merece”.
Entre sus obras publicadas se destaca Exiliados en Lille, El saxofón del cautivo, Un hombre destinado a mentir y el libro de cuentos Vergonzoso amor.
Iván Fontalvo reconoce que el hábito de la lectura le fue inculcado por su familia desde temprana edad, lo que con el tiempo ocasionó que leer se convirtiera en una actividad diaria.
Actualmente tiene 31 años, es ingeniero industrial y desde muy joven ha ganado distintos concursos de cuentos a nivel regional y nacional. Sostuvo que a pesar de inclinarse por los números, las letras siempre tendrán un espacio significativo en su corazón.
“Mi vida ha sido leer y aunque reconozco que comencé a escribir en el colegio por asignación, le fui tomando el gusto. En el último grado, dos escritores tomasinos realizaron un taller de escritura creativa, asistí y comencé a escribir mis primeros cuentos y poemas”.
Entre los reconocimientos que ha logrado el tomasino, se encuentra el haber sido el ganador del IV Concurso Nacional de Novela Universitaria otorgado por la Universidad Industrial de Santander en el 2020. Fontalvo reconoce la ardua labor que han realizado diversos escritores del municipio que invitan a los jóvenes a seguir escribiendo.
Las letras han estado presentes durante toda su vida. Desde muy pequeño y gracias a su padre, Pedro Conrado Cudriz tuvo acceso a periódicos nacionales cuyo resultado de leerlos diariamente despertó mucho interés por querer escribir.
En su adolescencia comenzó a coleccionar cuadernos en los que plasmaba sus primeros escritos, siguiendo el ejemplo de Enrique Santos Calderón, un referente para él.
Conrado afirma que su estilo es el texto breve, los microrrelatos, aunque reconoce que a lo largo de este camino ha realizado otro tipo de formatos en compañía de colegas tomasinos.
“En mis escritos soy más existencialista, los lectores al leerme van a encontrar Filosofía y Sociología. Hoy llevo una vida tranquila, aristotélica, pero sigo en el ejercicio de leer y escribir”, expresó.
Entre sus publicaciones se destacan: Visionarios, Emboscada, El gato sin botas, En contravía y El libro al viento. En el marco de la Feria del Libro, el escritor presentó su última producción titulada La mano pinta lo que sueñan los dedos.
