En Cartagena, la repentina partida de unos de sus más queridos y destacados escritores ha dejado una estela de tristeza y conmoción entre quienes compartieron de cerca su vida y siguieron la obra del gran Roberto Burgos Cantor.
Una vez se conoció la noticia de su muerte, este martes en la ciudad de Bogotá, las redes sociales de personalidades del sector cultural, y por supuesto las dependencias oficiales, como Alcaldía, Instituto de Patrimonio y Cultura y Gobernación, extendieron mensajes de solidaridad hacia la familia y el legado del autor cartagenero, quien hace solo un par de días se paseó por las calles de La Heroica.
'Sentimos mucho la muerte del gran narrador Roberto Burgos Cantor, quien fuera nuestro escritor invitado en 2005. Ese año cientos de estudiantes de colegios público de Cartagena leyeron sus cuentos y noveles, y compartieron con él sus experiencias como lectores. Te recordaremos siempre, Roberto, tu obra permanece en tus lectores', fue el mensaje del programa ‘Leer del Caribe’ de Banco de la República tras la muerte del ganador del Premio Nacional de Novela del Ministerio de Cultura 2018.
La investigadora y gestora cultural Gina Ruz, amiga y admiradora de la obra de Burgos Cantor, escribió 'el gran Roberto Burgos Cantor se ha ido con los vientos perdidos (…) Nos queda su obra en la que retrató a esa Cartagena popular que siempre tuvo presente pese a vivir hace décadas en Bogotá. El barrio y sus personajes, la ilusión y el fracaso, su humanidad, están retratados en sus cuentos y novelas: el boxeador, la modista, el músico, la reina, el mecánico, la cantante, el carpintero, el ladrón… En su última novela publicada 'Ver lo que veo', con la que ganó recientemente el Premio Nacional de Literatura, también retrató a la ciudad marginal y sus protagonistas. Cartagena y el país pierden a un grande de las letras, pero sobre todo a un extraordinario ser humano'.
En redes sociales y en Whatsapp se hizo viral el relato del también escritor y periodista Aníbal Gutiérrez, quien contó en un par de líneas su experiencia con el autor de ‘La ceiba de la memoria’, ‘El vuelo de la paloma’ y ‘Ver lo que veo’, esta última le dio Premio Nacional de Novela.
'Durante muchos años, los del exilio en Bogotá, Roberto Burgos Cantor visitó la librería de mi madre bajo la Torre del Reloj en busca de ediciones antiguas de autores locales y títulos raros, allí nos veíamos cuando nuestros viajes coincidían (…) En febrero de 2009 nos reencontramos en la librería y, como siempre, la conversación terminó en convite, esa vez no fue en el Polo Norte de Muñol y Alberto Wong sino donde Magola, en la calle Portobelo de nuestro querido San Diego. Todo el tiempo hablamos de La Ceiba de la Memoria, de Sandoval, de la estructura de la novela y de la caracterización de los personajes, estaba feliz. Aproveché que tenía una pequeña cámara en el bolsillo y le hice estas fotos. Buen viaje, Roberto'.
El periodista Juan Carlos Guardela también recordó a Burgos Cantor como un escritor que 'rescató con su escritura muchas historia de vida que no habían sido contadas (…) Es un escritor gozoso con el que uno goza. Impresionan su capacidad de atrapar esa Cartagena que es una identidad presente aunque la modernidad se la haya tragado. El mundo de Roberto es el de las personas que resisten los embates de esa modernidad. Sus escenarios de Cartagena son aquellos que están a medio camino entre lo citadino y lo rural, y son facetas de la expulsión del paraíso'.
Lectura de textos en la Universidad de Cartagena
La Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Cartagena rindió homenaje a la memoria del prolífico autor cartagenero con una jornada de lectura de algunos de sus textos en la sede del Alma Máter en el Centro Histórico de la ciudad.
'La sorpresiva partida de Roberto Burgos Cantor nos estremece como comunidad académica por los lazos afectivos que nos unen a él – su padre Roberto Burgos Ojeda también fue uno de los que abrió el camino para la creación de la actual Facultad de Ciencias Humanas– y porque sus narraciones, leídas en diversos cursos y estudiadas en monografías de grado, han posibilitado aportes importantes para nuestra comprensión del complejo mundo Caribe', señaló la facultad a través de un comunicado, en el que invitó a toda la comunidad académica que se llevó a cabo ayer en horas de la tarde.
Desde las 2:00 de la tarde, algunas de sus obras más conocidas: ‘Lo amador’, ‘El patio de los vientos perdidos’, ‘La ceiba de la memoria’ y ‘Ver lo que veo’, fueron leídas por estudiantes y docentes que señalaron que esta es la mejor forma de mantener viva la memoria del querido y admirado Roberto Burgos Cantor.