No podía ser de otra manera, no tenía otra salida la Selección Colombia, frente a una mediocre Selección boliviana era perentorio aplicarse otra dosis de esperanza para no morir antes de llegar a la última fecha ante Venezuela.
Tuvieron que pasar casi 40 minutos para que, después de 7 partidos, Colombia y sus hinchas pudieran sentir y agradecer la más grande emoción del juego del futbol: el gol.
El inspirado Luis Díaz sacó su repertorio: control sutil con la parte externa al pase largo y aéreo de Cuadrado, encara al lateral, gambetea hacía dentro y pegada seca y con curva al palo más lejano del arquero.
El técnico Rueda había dicho, con razón, que la responsabilidad de sacar adelante el desorientado e ineficiente juego de la selección era de todos, pero Díaz está tan lleno de confianza que cree, con razón, que él con su espíritu transgresor derrumba defensas.
Hasta ese momento, Bolivia solo era una especie de sparring, acorralado en su propia área, recibiendo el ataque masivo de Colombia que lo hacía hasta con Tesillo, su defensa central. David Ospina fue un espectador de lujo. Reducir la cancha de 100 a 40 metros es lo que le queda a los equipos inferiores, desmejorados en sus inicialistas y temerosos. Y, generalmente, le vuelven más compleja la misión al mejor equipo, al que tiene la iniciativa: muchos obstáculos en tan pequeños espacios.
Los buenos pases de James retrasado y sin presión, las gambetas de Díaz, las subidas de Fabra, los intentos de Sinisterra, la insistencia sin mucho acierto de Cuadrado, las llegadas y cabezazos desperdiciados de Muñoz, fueron algunos de los argumentos que utilizó Colombia para dominar absolutamente todo el trámite. Los goles de Borja y Uribe ampliaron en el marcador la gran diferencia que siempre existió en el desarrollo del juego.
Después de los resultados del jueves, que dejaron a Ecuador y a Uruguay clasificados directamente al Mundial, solo resta definir el cupo al repechaje. Perú, Colombia y Chile tienen posibilidades.
La diferencia a favor de los peruanos es que solo dependen de ellos: si derrotan a Paraguay en Lima logran el objetivo. Colombia necesita vencer a Venezuela y que Perú no gane. Nunca es buena idea depender de otros, pero es la realidad de una selección que fue muy irregular en su juego y exageradamente ineficaz en la definición. Y que después de esta victoria extendió hasta el martes su ilusión. Día en el que jugará 2 partidos.