El Heraldo

¿Hembras, qué les pasa?

Solidaridad de género es, simplemente, calzarse el zapato de la otra, hacer propio el dolor, la humillación y la impotencia de la agredida, privilegiar su verdad sobre las suposiciones y consejas de los abusadores. Es no justificar el abuso.

Es entender que las niñas y mujeres, todas, somos víctimas potenciales de la rijosidad y la enfermedad de los machos que, por desgracia, son muchísimos más que los hombres integrales, que nos consideran personas y nos respetan como tales. Los machos, portadores de un cerebro límbico muy desarrollado, nos miran como presas de caza, cuerpos pidiendo sexo y nos saben vulnerables: aun uno solo puede controlarnos físicamente, ya ni hablemos de cuando son cuatro.

Para estas hembras que no personas, va el decálogo de crianza para que sus hijas, hermanas, y tías menores de edad puedan crecer fuertes, seguras de sí mismas y puedan trazarse un proyecto de vida propio y sepan escoger pareja:

1. Mi libertad no se termina cuando me uno a alguien.
2. Como mamá, no educo ni machos ni sumisas.
3. Nunca me quedaré callada si algo no me gusta.
4. No aceptaré ningún tipo de violencia en mi contra.
5. Nunca me traicionaré dejando de ser quien soy.
6. Nadie, ni siquiera mi pareja, tocará mi cuerpo si yo no quiero.
7. Trabajaré para no depender económicamente de alguien.
8. Las mujeres quedadas no existen. Yo decido si casarme o no.
9. No haré sola el trabajo del hogar y eso no me hace ser mala mujer.
10. No aguantaré ningún hombre, solo para que mis hijos tengan un padre.

Únicamente cambiará la sociedad y las niñas y mujeres seremos personas, cuando las hembras dejen de justificar las agresiones a otras y entiendan que si no somos solidarias con nuestro género, los abusos de todo tipo que cometen las bestias se seguirán repitiendo e irán en aumento, en una sociedad harto disociada, corrupta y machista, que privilegia el comportamiento agresivo del macho y ridiculiza a los hombres, donde tener dinero es más importante que tener valores, se vive en carrera de rápido ascenso en busca de aceptación social y el tapen-tapen es ley.  También les recuerdo a estas encarnizadas hembras que destrozan a la víctima mujer y encubren a los abusadores, que existe una ley universal: hoy por ti, mañana por mí y que lo que decimos es lo que somos.

Por Lola Salcedo C.
@losacas
losalcas@hotmail.com
 

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