La homosexualidad de la hija de Vivian Morales se la recordó Roy Barreras en medio del debate de esta semana. Cuando los medios le preguntaron a Morales qué pensaba del asunto, dijo que era una pregunta innoble. Es cierto, nada tiene que ver la sexualidad de la hija con las ambiciones políticas de la madre. Sin embargo, tanto Lucio como Vivian han sido cuestionados por incoherentes, por ser los líderes de la defensa de la familia nuclear, esa que se forma con papá y mamá, y despreciar otras formas de familia. Y han sido cuestionados porque ellos mismos y sus familias no son ejemplo de ese modelo de familia que defienden. El referendo, un trago amargo que por fortuna no llegó más lejos, discriminaba toda posibilidad de que una mujer criara a sus hijos sin la presencia del padre. Madres y padres solteros hay por montones, y todos sabemos que eso no los hace malos padres, pero el referendo de Lucio y Vivian los despreciaba.
Cuando los periodistas comenzaron a indagar en la vida familiar de la pareja de políticos cristianos, salieron a flote las contradicciones. Ni Vivian ni Lucio se sintieron cómodos. Juan Pablo Calvás recordó que el hijo de Lucio no creció con su papá. No tuvo la presencia del padre ni de la madre, esa que tanto defienden. Le recordó que Lucio se lo quitó a la mamá y se lo entregó a los abuelos. El periodista también recordó el caso de la hija Lucio, que se crió con la mamá. Sin Lucio.
Los defensores del referendo se defendieron, acudieron a todo ese asunto del respeto por la vida privada, esa misma vida privada que consideran pública en otras personas al llevarla a un referendo. Es un asunto público cuando se trata de otros, es un asunto privado cuando se trata de ellos. Ante los cuestionamientos, los hijos de Lucio salieron a la defensa, pidieron que no se les usara para atacar a su padre. Y claro, Marialia, su hija, fue contundente. Dijo que la verdad estaba en los corazones de los hombres, en el corazón de su padre y en el de ella. Y en parte tiene razón, está en los corazones de todos los hombres y mujeres que aman a sus hijos, que deciden cuidarlos y protegerlos, y que apuestan la vida de todos los días para darles una familia. No son menos gente los hijos de Lucio por haber crecido en modelos de familia distintos al de mamá y papá. Lo único lamentable es que son hijos de Lucio, un político amañado, oportunista y manipulador. Pero pese a su padre, tienen razón los muchachos, las familias pueden ser de muchas maneras. También tiene razón Vivian, nadie debe atacar a su hija lesbiana. Ojalá ella deje de intentar destruirle la vida a la gente por su orientación sexual.
Qué bonito que se cayó el referendo y qué bonito que todos sepamos que Vivian y Lucio son unos farsantes. Ese modelo de papá y mamá que defienden parece apenas una escena de sus fantasías reprimidas de media noche. Mientras tanto, otros, con mejores sueños, seguimos soñando y luchando por la libertad, la igualdad y los derechos.
@ayolaclaudia
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