Hacia finales de 2014, era clara la tendencia de desaceleración que mostraba la economía colombiana. Empero, se confiaba que el 2015 iba a ser un año de recuperación. No fue así.
El precio del petróleo disminuyó e indica que estará en niveles bajos por un tiempo. Además, la economía nacional se empieza a ver abrumada por la devaluación. La inflación amenaza. Por supuesto, la autoridad monetaria reaccionó y muestra lo que será su política económica en el próximo año: alza de la tasa de interés.
El mercado laboral ya siente los efectos de una desaceleración económica. Las tasas de ocupación y participación han disminuido. Esto explica que el desempleo vuelve a elevarse (8,2% vs 7,9% octubre, 2014) y puede continuar así en el 2016.
Los ocupados crecen a un 0,7%, mientras que desocupados (2,3%) e inactivos (3,0%) aumentan aún más, según cifras de octubre para las 13 ciudades principales. Se creía que la devaluación era una apuesta para exportar más. Pero la balanza comercial aumentó su déficit en 9 mil millones de USD. Queda claro que Colombia es una economía enfocada hacia el sector de combustibles y de productos de las industrias extractivas, los cuales participan con un 55% de las exportaciones totales pero que han visto caer sus exportaciones en un 47,2%, y en particular la exportación del petróleo crudo se desplomó en un 46%.
Evidentemente, las importaciones se han ajustado más (-22,3% vs 12,5% septiembre, 2014). Pero nos permite ver señales referentes al 2016. La importación de vehículos cayó en un 37%. Esto señala que se esperan menos ventas de autos y menos dinámica del crédito de consumo. Esto debe sumarse al escenario que conjuga alzas en las tasas de interés de futuros créditos y un menor gasto del Gobierno a razón de una caída del precio del petróleo, lo cual lleva a reajustar su presupuesto.
Esto preocupa pues el consumo de los hogares ha sido clave en los últimos 10 años. Los empresarios no creen que la economía va bien, como varios sondeos lo muestran. Eso explica porque la inversión en el segundo trimestre decreció un 5,1%.
Se acerca el postconflicto y esa puede ser la oportunidad para replantear la política económica. Mirar hacia la política industrial y de pleno empleo como la alternativa. Pues, en un contexto de choques de oferta, las políticas de manejo de demanda funcionarán pero con altos costos sociales y sin hacerle frente a los problema estructurales.
*Profesor del IEEC, Uninorte.
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