Hace aproximadamente un año debatíamos en nuestra Asociación Cívica “Por Amor a Barranquilla” y en otros espacios, acerca de la difícil situación que en materia energética enfrentan los departamentos de nuestra costa Caribe con los precios excesivos que estamos pagando mensualmente, lo que nos ubica en una posición de franca desventaja comparativa para la industria, el comercio y todas las actividades económicas, afectando además al ciudadano común y corriente en su economía familiar. Pero más grave aún sería que este desmadre que ya lleva varios lustros generara la necesidad de racionamientos, y peor un apagón general. Sugerencias y conjeturas abundaban en esos debates, sin faltar señalamientos de responsabilidad de unos y otros.
Un hecho del tema me llamaba mucho la atención y simultáneamente me preguntaba si teníamos la obligación todas las ciudades y departamentos de defendernos como bloque costa Caribe, que es como nos han encasillado desde el Gobierno central, aunque hoy la prestación de este servicio esté a cargo de dos empresas; o si por el contrario, cada ciudad y departamento se pudiera defender con sus argumentos y realidades. Razón de esta inquietud es porque resulta que nuestra Barranquilla y el Atlántico son la pulpa de este negocio, y así mismo departamentos como La Guajira y el Magdalena son los menos atractivos para cualquier inversionista, pero hoy en día para cualquier decisión nos meten en la misma bolsa, y así, de una manera injusta para nuestra ciudad y departamento, nos toca servir de apoyo a terceros. De ahí el título de esta columna: “Defender lo propio es un derecho”, y lo propio, o lo más propio es Barranquilla y el Atlántico.
Comento todo lo anterior porque me entusiasmó la propuesta conjunta de Alex Char y Eduardo Verano para que el departamento y el Distrito asumieran la responsabilidad de ese importante servicio, lo cual supone fraccionar más la distribución de energía en la costa, para así atender nuestro territorio con muchísimas posibilidades de ejercer un mayor control sobre nuestras estaciones y redes, así como sobre los usuarios. Con seguridad que el resultado sería mayor eficiencia y como consecuencia, una mejor posición en cuanto a competitividad.
Recuerdo aún que cuando sugerí esa propuesta esta fue rebatida con el argumento de la solidaridad Caribe. Pero, ¿Es justo, o siquiera lógico afectar negativamente a una ciudad y un departamento para apoyar a otros que por menos desarrollados se nos convierten en un pesado y muy peligroso lastre? Yo particularmente seré egoísta en esta oportunidad, pero considero que la propuesta de Alex y Eduardo es excelente, que debería analizarse con mucha seriedad, y si es nuestra única salida para progresar, apoyarla al máximo. ¡Y con mucha energía!
@nicorenowitzky