Pregunta: ¿Cuál es el origen de ‘salao’ y de ‘bulto e’ sal’ como sinónimos de mala suerte? Mario Rodríguez, Barranquilla.
Respuesta: En principio, ‘salado’ no era quien tenía sal, sino quien la derramaba. En España, ‘estar salado’ no es malo, pues indica que se tiene gracia, donaire y felicidad, y ‘ser soso’ es carecer de sal y ser aburrido. En la Antigüedad, la sal era buena suerte, pues simbolizaba riqueza, lo estable y lo incorrupto y servía como antiséptico, preservadora de alimentos y protectora en varias religiones (la católica la pone en el agua bendita o en la boca de los niños que bautiza y enseña que Jesús les dijo a sus apóstoles que ellos eran la sal de la Tierra). En Roma, la sal, que era escasa y valiosa, se empleaba como dinero, pues a funcionarios públicos y a soldados se les daba una ración de ella, denominada ‘salarium argenta’, lo que indica que ‘salario’ viene de ‘sal’. En la Edad Media siguió usándose como medio de pago o de trueque. Por lo tanto, derramar sal equivalía a botar dinero o una sustancia fundamental para la supervivencia. A la idea de mala suerte contribuyó La última cena, el célebre cuadro de Leonardo da Vinci, en el que aparece Judas Iscariote junto a un salero que había volcado por accidente, cuya sal se había vertido. ‘Bulto e’ sal’ es solo la hipérbole (exageración) de ‘salao’.

P.: Hay una expresión, quizá en desuso, para referirse a muchachos molestosos: “Ese fulanito es la sarda”. ¿Sabe el origen de ella? Pedro Fergu-sson, n. d.
R.: No lo sé, pese a una ardua investigación. El término ‘sarda’ lo conocía con el mismo sentido que usted anota, es decir “alguien molestoso”. El Lexicón de colombianismos lo registra como “el que molesta, el travieso, el inquieto”. Y añade: “Hemos oído en la Costa también ‘fiera sarda”. Encontré que esta última expresión alude a una persona “áspera, bruta, energúmena, de carácter violento e intratable”. Aparte de lo anterior, ‘sarda’ procede del latín ‘sardus, sarda, sardum’, y se asocia a la isla italiana de Cerdeña, cuyos nativos son ‘sardos’ o ‘sardas’. La leyenda dice que como en las costas de esa isla abundaban unos peces pequeños y comestibles, los latinos los relacionaron con “sardus”, adjetivo que quiere decir “de Cerdeña”, y los llamaron ‘sardinas’.

P.: ¿Por qué cuando alguien se arrima a beber gratis se dice que lo hizo “de gorra”? Blas P., n. d.
R.: Hasta el siglo XVIII, en Europa era común que estudiantes universitarios, sin muchas monedas en los bolsillos y portando grandes sombreros o gorras, entraran a fiestas y banquetes a los que no habían sido convidados. Esos colados eran los ‘de gorra’, que en la Costa llamamos ‘gorreros’. No sé si esto tenga algo qué ver con una copla de la tambora samaria o con una estrofa de la canción Pitán pitán, que canta Carlos Vives, que dice: “Gorrero, gorrero/ quítate el sombrero./ Si no te lo quitas/ te lo tiro al suelo”.

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