Pregunta: Oí la expresión “ni baila ni da un barato”. ¿Qué es eso? Ricardo Camacho, Barranquilla
Respuesta: Un ‘barato’ es la cesión que un hombre hace de la mujer con la que baila a otro hombre que cortésmente se lo ha pedido. Es una costumbre galante y algo candorosa que se remonta a viejas épocas, aunque aún hoy se manifiesta. Pese a que es más propio de los bailes de salón, vemos ‘baratos’ en una boda cuando la novia es cedida por el novio para que una sucesión de familiares y amigos baile con ella. Es probable que la voz se haya originado en Argentina y que en la letra de algún tango nos haya llegado, pues en un diccionario de lunfardo (jerga coloquial rioplatense) encontré que tiene el significado de “oportunidad”, en este caso la de bailar. “Ni baila ni da un barato” alude a que no se actúa ni se permite actuar, como también ocurre con los dichos “ni raja ni presta el hacha” y “ni lava ni presta la batea”.
P.: ¿Por qué cuando se ve a una mujer muy delgada se dice que está más flaca que la flaca Vitola? Carmelo Montoya, Barranquilla
R.: Vitola es una regla usada en la fabricación de ciertas piezas mecánicas, es decir, es un elemento delgado. También es el nombre artístico de Fanny Kaufman, actriz nacida en Canadá y criada en Cuba, muy alta y extremadamente delgada, de atributos cómicos inigualables. En 1945, en la época de oro del cine de México (1939-1960), cuando la industria fílmica de ese país alcanzó un alto grado de calidad y gran reconocimiento internacional, ‘Vitola’ inició una trayectoria de comediante, y, entre otras, apareció al lado de ‘Tin-Tán’ en la famosa película El rey del barrio. Gracias a sus dotes histriónicas y a su enorme capacidad humorística supo aprovechar su figura excéntrica. Fue tan popular que Calixto Ochoa compuso en 1967 La flaca Vitola, en la que canta que esta “es graciosa” y que parece “un palo de coco” o “una vara de premios”.
P.: ¿Es verdad que hoy la gente lee menos? Carolina Rey, Bogotá
R.: La frase “hoy la gente lee menos” es un lugar común, es decir, un estereotipo, una idea que se repite tanto que queda fijada. El editor Benjamín Villegas, en un reportaje que en septiembre del 2013 le hice para la revista Latitud, dijo de modo terminante: “Hoy la gente lee más, lo que pasa es que lee menos libros”. En nuestros días, las personas necesitan estar más informadas o les bastan entretenciones más fugaces, y por eso leen revistas o periódicos o los subtítulos de las películas en cines o los subtítulos de las que proliferan en televisión, o lo hacen en sus teléfonos celulares o en internet, todo lo cual, sin duda, es una manera de leer, aunque, por falta de tiempo y, sobre todo, de hábito, no se conceden el placer de la lectura de libros. La conclusión de Villegas fue: “El cúmulo de información que circula hace que de seguido estemos leyendo, tristemente no libros y no buena literatura”.
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