Garantizar el acceso universal a educación primaria en el año 2020 demandará alrededor de 10,9 millones de nuevos docentes a nivel mundial. Según las proyecciones de la UNESCO y el Education for All Global Monitoring Report, 8,7 millones serán para reemplazar a aquellos profesores que dejan la profesión y 2,2 millones cubrirán nuevas plazas.

América Latina y el Caribe es la segunda región del mundo con la menor demanda estimada de nuevos profesores, con proyecciones de 860 mil y 2,1 millones de nuevos docentes al 2020 y 2030, respectivamente. En el caso colombiano se estima una demanda de 215 mil nuevos profesores al 2030 para suplir las necesidades en educación básica primaria y secundaria; esta cifra equivale al 57% del total de profesores actual, según las cifras disponibles más recientes (2015).

Además de la cantidad de docentes, cumplir con la meta de ofrecer educación de calidad requerirá atraer y mantener en la carrera docente a profesionales que cuenten con la preparación, habilidades y oportunidades de desarrollo profesional que lo garanticen; tarea para nada sencilla. La decisión de convertirse en profesor se ve influenciada por factores como la vocación, las condiciones de trabajo, la estabilidad laboral, el reconocimiento social de la profesión, pero sobre todo por factores económicos.

El papel del salario y, más específicamente, de los salarios relativos, es decir la remuneración que ofrece esta profesión en comparación a otras, constituye el principal determinante de la oferta de profesores. Estudios en el campo de la economía de la educación han encontrado que aumentos en los salarios relativos de los docentes tienen mayores efectos en la disposición a trabajar como profesores en hombres que en mujeres; generan mayor impacto en la oferta de docentes en un periodo en el cual la remuneración relativa de los docentes es baja o ha venido en declive y generan efectos más fuertes sobre la decisión de convertirse en profesor en los recién graduados.

Los niveles de desempleo que experimenta la economía al momento de tomar la decisión de convertirse en docente también es un determinante de la oferta de profesores y de su calidad. Así, durante periodos con altas tasas de desempleo, la oferta de profesionales dispuestos a vincularse a labor docente aumenta, atrayendo incluso a un mayor número de graduados con altas cualificaciones que usualmente optan por otras alternativas laborales.

Parecería que una de las medidas necesarias, aunque no suficiente, para reclutar y mantener en la actividad docente a profesionales de alta calidad —elemento fundamental para alcanzar la cobertura global en educación primaria—, es a través de mejorar las condiciones económicas de la profesión en relación con otras profesiones con las que se compite por profesionales de alta calidad. Medida que se ve limitada por los recursos asignados por el principal demandante en el mercado laboral docente: el gobierno.

*Director del Observatorio de Educación, Uninorte. Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen la posición de la Universidad ni de El Heraldo.