Con proyectos como la recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena, el Gobierno Nacional le apunta a consolidar a Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, y por supuesto a sus municipios vecinos del sur, como la principal puerta de entrada y salida de Colombia a la zona de mayor tráfico marítimo del mundo: el Caribe y el Golfo de México. No obstante, las oportunidades también traen consigo grandes retos, y el ordenamiento del territorio es uno de esos que si no se atiende con prontitud, podría rezagar el desarrollo regional impidiendo que se logre garantizar mejores condiciones de vida a sus habitantes.
Además de ser una región estratégicamente localizada, por sí misma ha logrado que se desarrolle a lo largo de ella una completa red de infraestructura capaz de soportar sus principales actividades económicas: el turismo, el comercio y la agroindustria, a través de tres grandes puertos marítimos que se complementan entre sí, tres aeropuertos con alto flujo de pasajeros, una moderna red de carreteras, líneas férreas, una calidad paisajística inigualable sobre el mar Caribe y el patrimonio cultural en el que se destacan sus centros históricos.
A pesar de la persistencia de problemas como la pobreza del 26%; el desempleo entre 8% y 9%; la falta de conexiones a servicios públicos y los problemas de movilidad, entre muchos otros, las oportunidades son mayores y deben aprovecharse. En un mundo globalizado en donde los problemas de unos afectan a otros, se hace necesario buscar soluciones con una perspectiva de asociación. Por esto, el Gobierno Nacional invita a la región a repensar cómo se está organizando y cómo debería hacerlo en el futuro de manera que todas estas dificultades queden atrás.
La clave para la superación de retos y el aprovechamiento de las ventajas competitivas depende exclusivamente de una planeación del territorio de manera conjunta. Entonces, ¿deberían las administraciones locales apuntarle a consolidar una sola gran ciudad sobre la costa Caribe?, o por el contrario, ¿deberían conformar una red de ciudades con las tres grandes capitales sobre el litoral y un corredor interno de ciudades medianas y pequeñas con alto potencial de crecimiento? Esa es una pregunta que deberá responderse rápidamente la región luego de un proceso de profunda reflexión en la que se deberán sumar todas las voluntades políticas.
Mientras tanto, y al margen del modelo de ordenamiento del territorio que la región decida emprender, es importante mencionar que el Gobierno Nacional se ha propuesto potenciar las ventajas que ya existen en el Caribe colombiano a través de más de 400 proyectos de inversión. Se destacan de un lado los que apuntan a solucionar en el corto plazo necesidades de equipamiento urgentes de la población mediante la construcción de colegios y hospitales. Además de acueductos y alcantarillados que garanticen agua diaria a todos los habitantes. De otro lado, proyectos de interés no solo regional sino nacional como la ya mencionada navegabilidad del Río Magdalena que será otra alternativa para la movilidad de bienes y pasajeros para once departamentos del país, o las siete concesiones de carreteras 4G que acortarán los tiempos de desplazamiento en 6 a 6,5 horas aproximadamente.
Así, estos proyectos son apenas los cimientos para desarrollar la región contribuyendo a la superación de retos estructurales del país como la pobreza, la falta de educación y empleo. No obstante, elevar el edificio de la prosperidad tan alto como la región quiera, depende fundamentalmente de la asociación y profundización de ésta entre las administraciones locales, porque solo así será posible lograr especialización económica, el uso óptimo de las capacidades individuales instaladas y sobretodo, la efectiva atención a las necesidades de los caribeños. *Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio