Las diferencias abismales que Sebastián Viera señaló que existían entre Junior y Mónaco, antes del partido, fueron evidentes ayer sobre el césped del Roberto Meléndez.
Viera, precisamente, fue el principal responsable de que esa superioridad del equipo del Principado no se reflejara aún más en el marcador. El uruguayo le atajó varios remates con sello de gol a Berbatov y no tuvo nada que hacer en el que el búlgaro depositó en la red rojiblanca.
Al término del partido, el técnico Julio Comesaña dijo que su equipo había hecho una “presentación digna” y se escudó en el hecho de que en el torneo local no va a encontrar rivales del calibre del Mónaco, lo que es totalmente cierto.
Lo que desprende esta declaración es que como está conformado el Junior para el segundo semestre le alcanza para hacerle pelea a equipos como Nacional, Cali, Millonarios u Once Caldas.
Ante el Mónaco, Comesaña se dio el lujo de ensayar hasta módulos tácticos (comenzó jugando con tres defensas y luego pasó a cuatro), pero debe dejarlo preocupado la escasa producción ofensiva de sus dirigidos. En realidad Junior no le hizo ni cosquillas a la defensa del Mónaco.
En la competencia oficial esperamos a un Junior diferente al visto ayer. Por lo menos el técnico, y lo ha reconocido públicamente, cuenta con mejores herramientas para tener un equipo que sea protagonista en el segundo torneo.
Los refuerzos: aceptable Bareiro, aunque le tocó bailar con la más fea. Caracho está falto de ritmo y Ovelar no se vio bien, pero Comesaña confía mucho en este jugador. Ojalá no lo defraude.