Los 32 equipos clasificados en el Mundial Brasil 2014 han jugado su primer partido de esta ronda eliminatoria mostrando sus virtudes y falencias, propias del miedo escénico que ocasiona el debut en un Mundial, sabiendo que aquí “camarón que se duerme se lo comen los turistas”.

Obligadas reflexiones se deben hacer sobre el prematuro rendimiento de los participantes sin tocar a fondo las actuaciones tanto en las victorias como en las derrotas, pues todos tienen una segunda y tercera oportunidad para justificar sus méritos o el triste desengaño de una caída.

Brasil, amplio favorito para el título, no necesitó de todo su arsenal técnico, comandado por su estrella Neymar, para derrotar a la incansable Croacia, pero se complicó la vida frente al bien plantado equipo mexicano, que le sacó un merecido empate frente a su público, apoyado en una actuación memorable de su arquero, Memo Ochoa, que sacó todas las que iban para adentro.

Triste y lamentable la eliminación tempranera del actual campeón mundial España, con sus siete jugadores del Barcelona, arrastrando su pésimo rendimiento en la liga Española y contagiando a todo el equipo de su juego lento, improductivo, aprovechados por una Holanda y una Chile ambiciosas y llenas de recursos.

La Italia de Balotelli sacó adelante un partidazo con su juego práctico, ante una Inglaterra que nunca se entregó y ambos brindaron un precioso espectáculo de fútbol bien jugado por verdaderos maestros, poniendo un paso bien fuerte en sus aspiraciones de llegar lo más lejos en esta contienda.

La Argentina de Messi, llena de super estrellas, dejó muchas dudas en su victoria sobre Bosnia, con un planteamiento defensivo de su técnico Sabella, impropio de la calidad individual de sus jugadores.

Inmensa Alemania con su juego potente, perfectamente aprovechado por el goleador Müller para pulverizar a la Portugal de Cristiano, que no pudo hacer nada ante la avalancha teutona y tremendamente perjudicada por la irresponsabilidad del eterno fauleador Pepe, que le tira hasta a la sombra.

Duele la derrota de Ecuador del técnico colombiano Reinaldo Rueda en el último minuto del partido contra Suiza y alegra la maravillosa victoria de la Costa Rica de Jorge Luis Pinto sobre la eterna Uruguay, otro de los grandes del Mundial que decepcionó en la primera salida.

Se viene la segunda ronda con nueva presentación de todos los equipos para corregir o mejorar lo hecho, teniendo intactas las pretensiones de lograr el máximo objetivo. Y en el caso de Colombia, demostrar la gran calidad y jerarquía de su balompié, que nos debe llevar a lo que antes parecía imposible, ser finalista de un Mundial.

Vamos hoy a enfrentar a los elefantes de Costa de Marfil, con la convicción de tener los elementos suficientes para superarlos y meternos, de una vez por todas, entre los 16 mejores del mundo y así seguir soñando con lo más alto.
Sigan siendo felices, Edgar les dice.