El pasado 11 de junio la empresa Bavaria, de SABMiller, celebró en Barranquilla los 100 años de la Cerveza Águila, en medio del partido de fútbol de Colombia contra Perú. Por esto, lanzaron una campaña publicitaria en todo el país, que fue acompañada por muchos artículos de prensa contando su historia.

Les trascribo apartes del publicado por El Tiempo, el 12 de mayo, escrito por Jorge Quintero, con el título “El centenario de la Cerveza Águila, una marca sin igual”:

“El producto colombiano más exitoso de la historia está cumpliendo cien años. Se trata de la Cerveza Águila, sinónimo de fútbol, carnaval, mujeres hermosas e ícono de lo popular.

La cerveza fue elegida entre mil marcas como la más exitosa de la historia empresarial del país en 2011, según un estudio de Wharton, la prestigiosa escuela de negocios de la Universidad de Pensilvania, y Marketing Metrics.
Águila nació en Barranquilla un 22 de abril de 1913, y su origen se podría atribuir a la eterna rivalidad costeña entre cartageneros y barranquilleros.

Nació en cuna de oro, pues uno de sus ‘padres’ fue el millonario Ernesto Cortissoz, que tomaba cerveza Gallo Negro, importada desde Alemania en los boliches y los clubes sociales que él mismo había creado en Barranquilla.

Para la época (1900), la cerveza competía con la chicha y el guarapo en varias ciudades del interior del país, donde ya la producían, pero la élite costeña la tomaba importada. En 1905, no obstante, la historia cambió. A Barranquilla llegó la cerveza Toro Negro, producida por la recién fundada Cervecería Bolívar, de Cartagena. Pero, ¿cómo era posible que Barranquilla, la más pujante, se viera inundada por una cerveza de su pequeñísima vecina heroica? El primero en percatarse del asunto fue Ernesto –hijo del judío Jacobo Cortissoz y Julia Álvarez-Correa– que había sido formado para ser empresario, competitivo y exitoso. Ernesto estudió en Bremen (Alemania) e hizo sus estudios superiores en Londres (Inglaterra). Hablaba inglés, francés e italiano. Ya había estado tras la fundación del Club Social de Barranquilla y, más tarde, en 1919, estaría en la gestación de la primera aerolínea: la Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos, Scadta, que luego se convertiría en Avianca (por eso el Aeropuerto de Barranquilla lleva su nombre). Al joven Ernesto también le endilgan la llegada del béisbol al país.

Pues ese hombre –junto a otro judío, Ricardo Correa, en asocio con el industrial católico Alberto Osorio– es considerado el responsable de la aparición de la primera cerveza made in Barranquilla…”.

Por esta parte del artículo, quiero expresar, primero, un agradecimiento por el protagonismo que le dio el escritor a mi abuelo. Pero no me pareció adecuado el título de millonario que le puso, porque eso suena mal en un país en donde hay tanta pobreza.

Sobre la fiesta de celebración, Zoraida Noriega, en su sección Red Social, de EL HERALDO del 16 de junio, cuenta lo bien que lo pasaron los 600 invitados, comentando que “…De Barranquilla los convocados no fueron muchos…” (Por cierto, me quedé esperando la invitación como descendiente de los fundadores).

Creo que esto no cayó bien en la ciudad, y pienso que Bavaria está en mora con los barranquilleros para este festejo.

Por Jaime Cortissoz C.
jaimecortissoz@hotmail.com