El Heraldo
La infidelidad, en la ley colombiana, sí es causal de divorcio en los matrimonios legalmente constituidos.
Colombia

Expertos analizan fallo sobre infidelidad en una unión marital de hecho

La Corte Suprema de Justicia dijo que ser infiel no es motivo de disolución de estas relaciones.

Luego de que la Corte Suprema de Justicia hubiera establecido en un fallo que la infidelidad, por sí sola, no disuelve la unión marital de hecho, se produjeron miradas encontradas en torno al tema.

El alto tribunal revisó un caso en el que una mujer en el trámite de la disolución de una relación que sostenía desde 1988 solicitaba que se declarara la existencia de la unión marital de hecho, con los consecuentes efectos patrimoniales. 

De otro lado, el demandado se opuso a que su excompañera reclamara lo que le correspondía alegando que la unión marital se había extinguido en enero de 2007.

En primera instancia, el Juzgado Tercero de Familia de Cúcuta negó las pretensiones de la mujer.  

Y, en segunda instancia, el Tribunal Superior de Cúcuta avaló la decisión del juzgado.

No obstante, la Corte Suprema le dio la razón a la mujer, considerando que la infidelidad no constituye una causal de disolución de la unión marital de hecho, como sí lo es del matrimonio.

Opiniones

Al respecto, la abogada de familia, Gloria Quiceno, le dijo a EL HERALDO que estaba de acuerdo con la providencia del máximo tribunal de la justicia ordinaria.

La decana de la Facultad de Derecho de la Universidad la Gran Colombia señaló en este sentido: “Estoy de acuerdo con el fallo, porque la Ley 54 de 1990 solo consideró los efectos patrimoniales de la unión marital de hecho y marcó una diferencia con el matrimonio donde la infidelidad sí es una causal de divorcio”.

Por su parte, Adriana Echavarría, psicoterapeuta de pareja y de familia y doctora en estudios sociales, indicó a EL HERALDO que el fallo, más allá del caso objeto de estudio por parte de la alta corte, constituye “una contradicción. Porque si ante la ley la unión marital de hecho tiene los mismos efectos que un matrimonio, ya sea por un rito religioso o no, la situación debería ser la misma”.

Agregó la psicóloga, sexóloga y especialista en terapia Gestalt, además, que “la fidelidad es una construcción cultural” y ese, señala, “es uno de los problemas por el que se consulta permanentemente en terapia de pareja: porque muchas veces para cada persona significa algo distinto”.

Sin embargo, reitera Echavarría que “la unión marital de hecho cumple con los mismos lineamientos de un matrimonio religioso. Y son, en suma, compromisos asumidos por la pareja que se rompen”.

El caso

La mujer demandante narró en interrogatorio sobre sus motivaciones para hacer la solicitud: “Tomé la decisión de demandarlo, porque me di cuenta de que le compró una casa y no solo una casa, sino muchas cosas, a una señora que tiene aquí en Cúcuta como amante. (…) Él sostiene esa relación desde hace cuatro años, a escondidas. (…) Yo lo descubrí el año pasado. Él ha dejado de darle a los hijos por pasarle a ella y a la hija que ella tiene, que es de otra relación (…). Cuando él baja a la casa se pierde desde el sábado en la tarde y regresa a la casa el domingo, siempre con mentiras”.

 

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