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El Ministerio Público, a través de la Sala Disciplinaria de Instrucción, advirtió que el excanciller Álvaro Leyva presuntamente desacató la suspensión ordenada por la Procuraduría, decisión que le fue notificada tanto por medios electrónicos como personalmente.

Según el ente de control, se corroboró que entre el 24 de enero y el 6 de febrero de 2024, Leyva continuó ejerciendo las funciones del cargo de ministro de Relaciones Exteriores. Durante este período, bajo tal calidad, suscribió diversos documentos oficiales, incluyendo notas diplomáticas, certificaciones, solicitudes de cupo para vigencias futuras y varias resoluciones del Ministerio de Relaciones Exteriores.

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Antecedentes: La destitución por el caso de pasaportes

La destitución original de Álvaro Leyva se originó en el escándalo de la licitación de pasaportes que estalló en septiembre de 2023. El entonces canciller declaró desierta la licitación por cerca de 600.000 millones de pesos mediante la Resolución 7485, argumentando que estaba direccionada a beneficiar a la empresa Thomas Greg, que durante 17 años había mantenido este negocio.

Leyva justificó esta decisión como una medida para salvaguardar los recursos estatales, asegurando que todo estaba “acomodado” para que la compañía se quedara con la contratación. Sin embargo, para la Procuraduría, con esta acción pudo haber vulnerado principios económicos, de transparencia y de responsabilidad establecidos en la ley.

La urgencia manifiesta y los cargos disciplinarios

Posteriormente, para garantizar la expedición de pasaportes durante 12 meses, el Ministerio de Relaciones Exteriores declaró la urgencia manifiesta bajo la Resolución 7541 del 14 de septiembre, decisión que también fue objeto de reparos por presunta vulneración a los principios que rigen la contratación estatal.

Estos hechos se convirtieron en los dos cargos principales del juicio disciplinario de Leyva:

  1. Primer cargo: La licitación desierta, frente al cual la Sala Disciplinaria de Juzgamiento encontró argumentos suficientes contra el exfuncionario.
  2. Segundo cargo: La declaración de urgencia manifiesta, respecto al cual no se encontraron elementos suficientes para una sanción.

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El fallo y la sanción

El proceso disciplinario fue resuelto por dos procuradores de la Sala Disciplinaria de Juzgamiento. El entonces procurador delegado Ernesto Espinosa explicó que la imputación fue precisa, especificando las vulneraciones de tiempo, modo y lugar en las que incurrió Leyva.

La Procuraduría, bajo la dirección de la exprocuradora Margarita Cabello, concluyó que el entonces canciller declaró desierta la licitación sin tener los presupuestos técnicos para ello. Como resultado, Leyva fue destituido con una inhabilidad para ejercer cargos públicos por 10 años, fallo de primera instancia que fue apelado por su defensa.

La defensa de Leyva

Durante el proceso, la defensa de Leyva argumentó que su “obligación era ser garante de los derechos de quienes quisieran hacer parte del proceso licitatorio”. El excanciller añadió que el presidente Gustavo Petro le había llamado la atención porque “solo una empresa entrega pasaportes”, lo que “me abrió los ojos y me llevó a darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Tenía razón el Presidente”.

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Situación actual

Mientras el fallo de destitución se encuentra en proceso de apelación, Leyva ahora enfrenta este nuevo proceso disciplinario por presuntamente desacatar la suspensión del cargo. Este caso adicional podría complicar aún más su situación legal y profesional, agregando nuevos elementos al ya complejo expediente disciplinario que enfrenta el excanciller.