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El presidente Gustavo Petro llamó este jueves a consultas al embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña, minutos después de que el secretario de Estado de Washington, Marco Rubio, hiciera lo propio con el encargado de Negocios de los EE. UU. en Colombia, John McNamara.

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“Todas mis cartas y comunicaciones al presidente Trump las he escrito personalmente y este comunicado, igualmente, lo hago desde mi pensamiento y mis manos: Corresponsablemente, a la llamada a consultas del señor McNamara, encargado de la embajada de EE. UU. en Colombia, llamo a consultas a nuestro embajador Daniel García-Peña en los EE. UU.”, escribió Petro en sus redes sociales.

“Daniel debe venir a informarnos del desarrollo de la agenda bilateral a la que me comprometí desde el inicio de mi gobierno”, agregó.

Acto seguido enumeró los puntos de la agenda bilateral entre Bogotá y Washington.

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Descarbonización de la economía y transición energética. Interconexión eléctrica de América del Sur con Panamá y América del Norte, para hacer viable el gran potencial de energías limpias de América del Sur. Revitalización de la selva Amazónica, y la selva del Chocó biogeográfico, con el fin de absorber buena parte del CO₂ de la atmósfera del planeta. Ataque decidido a los capos del narcotráfico y sus finanzas internacionales, incluido el mayor desafío que en organizaciones multinacionales del crimen, tiene hoy latinoamérica: la autodenominada ‘Junta del Narcotráfico’, con sede en Dubai. Hoy esa multinacional confedera mafias albanesas, italianas, mexicanas, colombianas y del cono sur”, ‘trinó’.

Así mismo, prosiguió el mandatario, “tratado sobre la inmigración, reconociendo el derecho de los EE. UU. a recibir o rechazar sus visitantes, sobre la base de la dignidad humana. Colaboración del gobierno de los EE. UU. en la construcción de una reforma del sistema financiero mundial para que se pueda cambiar deuda por acción climática, hasta por 25 trillones de dólares, en la perspectiva de dar el primer gran paso contundente, para la descarbonización de la economía mundial y la adaptación a la crisis climática”.

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“Juntar nuestros esfuerzos en la construcción de la paz regional, salidas políticas y dialogadas a los conflictos de Venezuela, Cuba y Haití, con fin de los bloqueos e intensificación de las relaciones económicas, culturales y políticas, del Gran Caribe, del que hacemos parte: Colombia y los EE. UU”, agregó.

Y concluyó: “Juntarnos como latinoamérica y el Caribe con los EE. UU., en los esfuerzos de lograr la paz en el conflicto Rusia/Ucrania y en lograr en el Medio Oriente que haya dos estados y dos naciones libres y en paz en la región de Palestina, con cese permanente al fuego y liberación de todos los rehenes. Realización de la cumbre EE. UU./Celac”.

Previamente, Rubio había llamado a consultas a McNamara, encargado de Negocios interino de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, para consultas urgentes “tras declaraciones infundadas y reprensibles de los más altos niveles del Gobierno de Colombia”.

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De acuerdo con lo expresado en una misiva, Washington está adoptando “otras medidas para dejar clara nuestra profunda preocupación por el estado actual de nuestra relación bilateral”.

Sin embargo, el Gobierno norteamericano aclaró: “A pesar de las diferencias políticas con el gobierno actual, Colombia sigue siendo un socio estratégico esencial. Nos comprometemos a una estrecha cooperación en diversas prioridades compartidas, como la seguridad y la estabilidad regionales, y seguimos comprometidos con los esfuerzos que mejoran la vida de estadounidenses y colombianos por igual”.

El pasado miércoles el presidente Petro reiteró que de acuerdo a la información publicada por el diario El País, de España, que cita fuentes allegadas a la Casa Blanca, hay una conspiración para perpetrar un golpe de Estado en su contra y que Estados Unidos debe investigar los contactos de su excanciller Álvaro Leyva con círculos republicanos de ese país para sacarlo del poder.

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“Hay un golpe en flagrancia y hay que investigarlo y solicitarle a la justicia de los EE. UU. que investigue”, manifestó Petro en una extensa publicación en su cuenta de X.

Petro, que asumió la Presidencia en 2022, ha denunciado en varias ocasiones supuestos atentados en su contra, y esta vez agregó: “Las veces que me han querido matar me ha ayudado el gobierno anterior de los EE.UU.”, en referencia al del demócrata Joe Biden.

El mandatario vincula la supuesta conspiración de Leyva con una serie de acontecimientos del país, como la investigación de los gastos de su campaña electoral, el proceso judicial por enriquecimiento ilícito contra su hijo Nicolás Petro Burgos, los ataques guerrilleros y de las mafias del narcotráfico en el suroeste, la oposición en el Congreso a sus reformas y hasta el asesinato en 2022 en Colombia del fiscal paraguayo Marcelo Pecci.