Chimichagua, Cesar. Con nostalgia, Ismael Torres, un curtido pescador de la ciénaga de Zapatosa en Chimichagua, Cesar, recuerda cómo hace menos de diez años el afluente los abastecía de coroncoro, dorada, picúa, y zapatero. Hoy estas especies desaparecieron del complejo de agua dulce más grande del país, producto de la pesca irracional, la contaminación y la deforestación.
Dice que la captura irregular de peces está acabando con el recurso. 'No los dejan crecer, ni reproducirse, utilizando mallas con dimensiones por debajo de la talla mínima. Antes era común y motivo de orgullo, como despensa piscícola, sacar pescados grandes, ahora cuando esto sucede la gente sale corriendo a tomarse una foto, como para guardar un recuerdo'.
'Mientras no haya un control en la ciénaga por los entes encargados de protegerla, es lógico que la depredación va a ser masiva todo el tiempo', dijo Alfonso López, presidente de la Asociación de Pescadores de Chimichagua, al indicar que de un tiempo para acá, han aparecido personas ajenas a la región que utilizan redes indebidas como chinchorros, zangarreo y cuerditas, que sacan el pescado más pequeño.
Afirma que la ciénaga brinda millones de peces al año, pero las cantidades se han ido mermando. 'En el pasado, uno sacaba hasta 50 libras de pescado, en promedio de 38 centímetros, el bocachico y hasta de 70 centímetros el bagre rayado, pero ahora a duras penas logramos seis libras en un día y con tallas menores. Esto es un campanazo de alerta que nos manda la misma naturaleza, para decirnos que se está acabando este recurso', señaló López.
A pesar de toda la depredación y la afectación del ecosistema, la ciénaga de Zapatosa lucha por mantenerse. 'Ella se provee sola porque recibe aguas de los ríos Cesar y Magdalena, pero la misma gente está acabando con la producción de pescado porque los sacan muy pequeños, entonces no se multiplican', sostuvo.
Señaló que 'no hay protección a la ciénaga, venimos manifestando y nos gustaría invitar al Gobierno Nacional para que de verdad tenga más interés en este gran patrimonio y riqueza natural que todavía produce bocachico, bagre, blanquillo, comelón, entre otras especies'.

Sacar pescados grandes de la ciénaga de Zapatosa ahora es motivo hasta para tomarse fotos en Chimichagua.
Conflicto entre pescadores
La situación ha generado un conflicto entre los pescadores, que alrededor de la ciénaga son unos 8.000. Unos defienden el recurso hídrico y se han convertido en vigilantes; otros insisten en el uso de redes con dimensiones muy por debajo de la talla mínima, sacando los peces más pequeños que terminan perdiéndose o comercializado en grandes cantidades en otras ciudades.
'Se han presentado roces entre los pescadores, incluso hay gente armada que reacciona cuando uno se acerca a llamar la atención por la pesca inadecuada. Esa gente no es de aquí, son personas acaparadoras que alquilan las lanchas y las mallas con la intención de partir las ganancias, sin importarles si el pescado es pequeño o no. Los sacan con tamaños de entre 10 y 15 centímetros y de esta forma las cantidades se ven disminuidas', sostuvo Ismael Torres.
Precisó que de la Zapatosa se extrae el pescado que no solo se consume en la zona, sino que es comercializado en el resto del Caribe y Bogotá. Pero advirtió, que de seguir así, quedará sin este recurso. 'Pueden haber millones de alevinos, pero si no hay control, se pierden con la pesca irracional, y no se reproducen', puntualizó.
Además indicó que la contaminación, la sequía que provoca incendios y la deforestación son otras causas que afectan a este complejo cenagoso.

'Tenemos que proteger la ciénaga, que es una despensa piscícola en la región'.Aníbal Cadena, promotor ambiental.
Sociedad civil se pronuncia
Aníbal Moisés Cadena, promotor ambiental comunitario del municipio de Chimichagua, señala que la sociedad civil alrededor de la ciénaga se ha pronunciado y está al tanto de la problemática de este ecosistema, al punto que convocó un foro en julio del año pasado, donde se analizaron todos los impactos que sufre, levantando la voz al gobierno central. De este encuentro se consolidó un plan ambiental para el afluente.
Señaló que la Autoridad Nacional de Agricultura y Pesca tomó cartas en el asunto, haciendo regulación y jornadas de orientación a los pescadores sobre los métodos que no son lesivos en la extracción de los peces. 'Tenemos que proteger la ciénaga, porque prácticamente esta es nuestra despensa', indicó.
Por su parte, el alcalde de Chimichagua, Javier Martínez, dijo que 'hemos hablado con los pescadores, ellos han solicitado transporte, medios para poder vigilar la ciénaga y nosotros nos hemos comprometidos con la Policía y el Ejército para controlar la pesca indiscriminada'.
Como una solución para repoblar la ciénaga, la gobernación del Cesar, implementó un proyecto para sembrar 5.000.000 de alevinos de bocachico.
La ciénaga de Zapatosa está ubicada entre los municipios de Chimichagua, Curumaní y Tamalameque, Cesar; y El Banco Magdalena, ocupa 43.000 hectáreas y alberga un volumen promedio de 1.000 millones de metros cúbicos de agua.

Los pescadores usan redes por debajo de la talla mínima, acabando con los peces más pequeños.
Métodos ilegales
Una investigación del Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República sobre la economía extractiva y pobreza en la ciénaga de Zapatosa, indica que en este complejo siempre estuvieron prohibidas las redes de arrastre o agalleras, pero como las autoridades ambientales no ejercieron control sobre estos métodos, lo siguieron utilizando los pescadores.
Relaciona como métodos ilegales la atarraya que es una ‘red de caída’; circular, en cuyos bordes se sitúan los plomos o pesas, conformando una serie de bolsos donde quedan atrapados los peces; el chinchorro es una ‘red de tiro’ utilizada en aguas tranquilas, cercando un área determinada; el aparejo se extrae tirándolo por sus extremos; es utilizado en las orillas de los ríos y ciénagas; no tiene copo o bolso de retención de peces.
Al igual que el anterior, la chinchorra en una red de tiro, de un solo paño, pero con bolso central. El trasmallo es una 'red agallera', en la cual los peces quedan atrapados por las agallas o aletas en los paños de la red.
El zangarreo consiste en instalar una red y a su alrededor agitar el agua o revolver el lecho de la ciénaga para que el pez trate de huir y así caer en la trampa; otros mueren por asfixia, al llenárseles las branquias de barro.
El bolicheo es un método que consiste en instalar una red de enmalle, operada en forma de cerco, para encerrar y capturar los peces. El taponeo es el taponamiento de un caño en donde se instala una red para atrapar peces.