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Definitivamente, este mes de noviembre de 2021, marcará un nuevo capítulo en la historia de cada uno de los Liceístas de la promoción del 71, al cumplirse 50 años de haber recibido el diploma de bachiller, como un suceso rebosante de alegría, que se confunde con la añoranza de la época y que invita a nuestra imaginación a degustar de un ansioso y delicioso plato de vivencias reencontradas, a disfrutar de un placentero y virtual aroma de ricas reminiscencias, a saborear el murmullo de bellos recuerdos y sentir el aire fresco y exquisito de una fraternal integración.

Es este, un reencuentro maravilloso y un acontecimiento de vida que estaremos experimentando, que llena de felicidad nuestros corazones y renueva nuestro espíritu, que refresca prodigiosamente nuestra memoria y riega de ilusión los tiempos venideros.

Una escalada que nos remonta a aquellos hermosos tiempos de nuestra juventud, que al juntarnos para revivirlos es hacer realidad lo que era casi una utopía, porque no solo nos ha separado el tiempo sino las distancias entre los distintos lugares que cada cual escogió para desempeñar productivamente el trasegar de sus días.

Por razones de la pandemia, en su variante Delta, quedará aplazado el reencuentro presencial que nos permita celebrar ampliamente los 50 aniversarios de haber egresado de nuestro glorioso Liceo Celedón, de esas aulas que nutrieron nuestro espíritu del nectar del conocimiento, para convertirnos en seres cargados de saber y comprender que al llegar la tarde a nuestras vidas, ya no hay carrera por las cosas materiales ni afán por los hechos superficiales que van perdiendo su valor y nos damos cuenta que la felicidad está en lo esencial, en valorar la salud, la familia, los amigos, las pequeñas cosas como escuchar y cantar una canción, oir y contar historias, crear algo, sentir la brisa, mirar el atardecer, y vivir con amor y gratitud por todo lo que nos rodea y en especial por las bondades de nuestro creador.

Felicidades a todos, y que el Dios de la vida, nos depare, más oportunidades inolvidables como éstas.

Roque Filomena Angulo