Desde diferentes ángulos hemos venido analizando diversos sectores que se han visto impactados en diferentes medidas por la cuarentena; el sector manufacturero, la construcción, financiero, salud entre otros. Hoy la invitación es a pensar en ese semillero de futuros líderes, empresarios, ejecutivos o sencillamente hombres y mujeres de bien que pasarán a la historia como aquellos bachilleres o seniors de la cuarentena.

Un día que para la mayoría en el mundo y para todos los seniors en Colombia fue el viernes 13 de marzo. Salieron del colegio sin saber que era su último día de clases en su colegio, juntos pupitre a pupitre, escritorio a escritorio, allí de lado de sus compañeros, sintiendo la calidez, la conversación a escondidas con su compañero vecino o el guiño o seña de aquel más lejano. No, no lo podrían ni siquiera imaginar!. Hoy extrañan eventos que esperaban con ilusión: la despedida que décimo le hace a undécimo grado, el último día de clases y la calle de honor del último día de clases. La ceremonia de grado y la tan esperada fiesta de graduación.

La impotencia por lo inevitable, las frustraciones están presentes. Los cambios derivados de estas frustraciones se constituyen en la principal ganancia para los jóvenes, de acuerdo a la mirada con que lo vean. Si se ponen los lentes del negativismo expresarán: “de malas nosotros”, “tocarme justo a mí”, etc. A los que usen los lentes de positivismo, aprenderán a convivir con la incertidumbre, a hacer un balance de su propia vida y sacar lecciones aprendidas de un mundo cambiante, de ser humanos vulnerables y de reinventarse.

¿Se les arrebató la ilusión? ¡NO! ¿Se fueron los sueños? ¡NO! Cambia la forma, la esencia se mantiene. En la intimidad del hogar cuando llegue el diploma, con aplausos exclusivos de la familia, en conexión con los otros familiares, arreglarán mesas, harán el brindis y darán palabras de felicitación al graduado, hasta que puedan reencontrarse. Podrán hacer uso de la alta capacidad del hombre de adaptarse a las circunstancias del entorno y transformarlas para bien propio y colectivo. Esto es inteligencia. En las fiestas de grados a veces “pescar” al graduando, quien es el protagonista para una foto no es muy fácil, esta vez los padres los tienen ahí todo el tiempo y podrán hacer una oración de agradecimiento más cercana, revisar los objetivos de vida del senior o de la familia y sentir cada uno el gozo de la vida familiar.

Esta es una generación especial que en su propia piel ha vivido un momento hasta ahora y Dios quiera sea así, único en sus vidas, lo que le pone de manifiesto la necesidad de ser generadores de cambios, de llevar bajo su responsabilidad la puesta en marcha de la transición de los valores, de llevar sobre sus hombros eso que en sus colegios le enfatizaron desde la fe en Dios y el amor al prójimo como así mismo, donándose al más necesitado. Esta es una generación especial porque vive y fue protagonista de una época mundialmente especial. Así como Dios le da las más grandes batallas a sus más grandes guerreros, así les entregó a estos graduandos la más grande misión de ser protagonistas de un mundo que requiere de ellos y con inmediatez un cambio.

Dedico este escrito de manera especial a Daniela Heras una amiga senior de este 2020, quien me inspiró a través de su añoranza por los momentos no vividos y en ella a todos los seniors de Barranquilla, de Colombia y el mundo. ¡La nube de la pandemia solo oscurece una parte del cielo, es más grande el azul! ¡Es más brillante el sol! ¡Adelante! 

Por *Trudis Ibarra.   dgcapacita@gmail.com