El general Juan José Nieto Gil es uno de los personajes más destacados del litoral Caribe en el siglo XIX. Nieto nació en Sibarco el 24 de junio de 1804, según cuenta la tradición oral, recogida por el sociólogo Orlando Fals Borda en su obra El Presidente Nieto, Historia Doble de la Costa.
La historia colombiana y el imaginario colectivo han sido ingratos con el caudillo. Muchos escritores e historiadores tratan de reivindicar la memoria del presidente Nieto. Fue un autodidacta que se abrió a pulso en medio de la clasista sociedad cartagenera, que por no ser oriundo de allá, han tratado por todos los medios de invisibilizar y discriminar.
A los 24 años, Nieto siente atracción por la actividad política y empieza a interesarse por la suerte de la nueva República. No estaba de acuerdo con la presidencia vitalicia del Libertador Simón Bolívar. Se iba muy bien con el general Francisco de Paula Santander y se identificó con el político liberal payanés José María Obando. La llegada de Obando a la presidencia de la República significó el ascenso político de Nieto Gil. Así empezó su carrera política, llegando a ocupar la diputación, cámara de representantes, gobernación y tercer designado a la presidencia de la República y presidente del estado soberano de Bolívar. Entre enero y junio de 1861 ocupó la presidencia de los Estados Unidos de la Nueva Granada. Nieto fue un auténtico caudillo popular y el más importante de la región. Era el hombre fuerte, porque fue fiel a su origen, compartía con sus compadres, artesanos, pescadores, alambiqueros, galleros, carpinteros y demás estratos que eran el soporte de sus aspiraciones políticas.
A Juan José Nieto no solo le gustó la política, sino las letras, la música y el teatro. En 1839 escribe Geografía Histórica Estadística y Local de la Provincia de Cartagena. Ingermina la Hija de Calamar (1844), según los investigadores, es la primera novela colombiana. Más tarde escribe Los Moriscos (1845) y una pieza teatral, El Hijo de sí propio. También participó en la fundación del periódico La Democracia, órgano oficial de las sociedades democráticas de Cartagena.
El 16 de julio próximo se cumplen 150 años de su muerte. Es una ocasión para que las universidades, las academias de historia, los museos, las instituciones educativas, las gobernaciones de Atlántico y Bolívar, promuevan actos para reivindicar su legado político y literario.
Benjamín Latorre Araújo
benjaminlatorrearaujo@gmil.com
Reflexión: Ética y cultura
Actualmente, nuestra sociedad está sometida en una incertidumbre, debido a la manipulación de principios, normas y al pluralismo de valores, y fanatismos con tendencias deformadoras del individuo. Esto nos revela la urgencia de tomar reflexión, en torno a lo que, como el sujeto refleja su moral y su manera de pensar. Es necesario solicitar al ente gubernamental, para que aplique conceptos a nivel educativo, en todos los entes distritales de educación, con el fin de establecer unas estrategias metodológicas, que enfoquen al estudiante a generar unos espacios, y dinámicas de grupo, donde se dé reconocimientos al respeto por el otro y a la naturaleza humana.
La cultura del individuo es lo que le ofrece el medio donde vive, sus creencias, ideología y acciones.
Sería muy importante direccionar, con ayuda de todos los establecimientos educativos, a realizar un trabajo que será pleno, ya sea colectivo e individual, en la construcción de identidades en nuestra cultura Caribe, para así obtener un resultado óptimo en la formación de seres humanos, con grandes valores Éticos y culturales. Esto será un gran aporte a la sociedad convulsiva que estamos sometidos en la actualidad.
Armando E. Rodríguez
Gutiérrez
armaro64@hotmail.com