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No solo fue una noche más que llegó haciendo ruido/ yo que escuchaba un croar, yo que escuchaba un chirrido.

Fue una noche especial, noche en que nos conocimos/ yo le fui infiel a la mar, ella infiel a su marido.

Que cuerpazo es de verdad, eres mi Odiseo latino/ lo que yo alcance a escuchar, lo que me dijo al oído.

Y nunca podré olvidar, las cosas que ella me dijo/ luego empecé a acariciar, sus grandes senos caídos.

No queriendo exagerar, porque tampoco es mi estilo/ eran grandes de verdad, llegaban al ombligo.

No hubo de qué hablar, entre ella y yo un mutismo/ que quería más a Yoban, el menor de sus diez hijos.

Dijo algo de repente, que me dejo pensativo/ una niña hay en el vientre, un médico ayer me lo dijo.

Nunca olvidaré esa noche, y todo lo que allí vivimos/ para cerrarla con broche, con broche de oro macizo.

Y de esa noche fugaz, hoy es un recuerdo ido/ me quedé a escuchar un croar, y ella se fue a ver a sus hijos.

Yo que fui infiel a la mar, ella infiel a su marido/aunque esto pueda sonar, a versos ya repetidos.

Atentamente,
Wanfer Díaz