
No me llames Rita Virginia, mi nombre ahora es Ámbar García
Supernotariado y Registro dice que este año 235 personas han cambiado su nombre en Atlántico, 162 de ellas en Barranquilla.
Desde hace cuatro años, el nombre de Rita Virginia García Montes dejó de existir de las listas de la Notaría Primera de Soledad. Al no sentirse conforme, esta riohachera de 37 años tomó la decisión de cambiárselo y llamarse Ámbar García Montes.
La comunicadora social - periodista narró que desde su niñez sentía que su nombre no era el correcto para ella y que su sueño siempre fue llamarse Ámbar.
“Yo me llamé Rita Virginia y a mí no me gustaba ese nombre. Es un nombre familiar, se repite de las abuelas. Entonces desde niña yo quería llamarme Ámbar. ¿Por qué? No sé, siempre fue un nombre que me estuvo persiguiendo desde muy pequeña”, sostuvo García.
Asimismo, relató que a lo largo del camino se desencadenaron muchas historias y significados sobre el nombre Ámbar. Situación que la llevó a tomar la decisión que cambiaría su vida en todos los sentidos.
Al principio, según lo relató, fue extraño para sus allegados llamarla por el nombre que actualmente lleva y aseguró que fue un proceso que tuvo un final feliz.
“Los primeros que me apoyaron fueron mis compañeros de trabajo. Para mi familia fue difícil asimilarlo pero terminaron aceptándolo. Empecé a mostrar mi nombre por las redes sociales y se regó por todas partes, ahora para todo el mundo me llamo Ámbar”, relató.
Para Ámbar García Montes, el cambio de nombre transformó su vida.
“Desde que me llamé Ámbar sentí que mi vida fue diferente. Yo era una muchacha muy tímida, callada, y era una de las que esperaba que sucedieran las cosas. Cuando cambié mi nombre, me convertí en la mujer que siempre quería ser. Ahora soy muy proactiva, comunicativa y expresiva”.

En Colombia no es extraño que los padres llamen a sus hijos con nombres de vírgenes, santos, de figuras públicas como cantantes y futbolistas, poco comunes y difíciles de pronunciar.
Por este motivo, muchas de estas personas al no estar conformes con sus nombres deciden cambiarlos al cumplir la mayoría de edad.
Por ley, una persona al nacer tiene derecho a que se le otorgue un nombre que lo identificará por el resto de su vida. Sin embargo, también por ley, una persona o sus representantes legales, para el caso de los menores de edad, tiene el derecho a cambiar de nombre si así lo desea.
El informe de la Superintendencia indica que entre enero y julio de 2017, en el país 7.102 ciudadanos se presentaron ante un notario para realizar este trámite. Asimismo asegura que en el mismo periodo de 2016 la cifra fue de 7.039. Es decir, en 2017 se presentó un leve incremento en esta diligencia.
La lista de departamentos con más cambios de nombres la encabeza Cundinamarca, con 1.719 registros. Valle del Cauca es el segundo con 720, seguido de Antioquia con 702.
Para el caso de Atlántico, cambiaron de nombre 235 personas, de las cuales 162 fueron en Barranquilla, 15 en Soledad y el resto de casos en los diferentes municipios del Departamento.

Soledad
De acuerdo con Juan Altamar Santodomingo, notario Primero de Soledad, en ese despacho notarial entre enero y julio de 2017 se han presentado 15 casos de cambio de nombre, de los cuales cuatro han sido por cambio de sexo.
“Hay varias razones por las que las personas se cambian de nombre, una de ellas es cuando los padres van a registrar a sus niños y les ponen unos nombres que son poco comunes o feos. Muchas veces, en esta época, vienen los padres a decir que sus niños sufren ‘matoneo’”, expresó Altamar.
El funcionario continúa su relato diciendo que la segunda razón es porque los padres del menor tienen ciertas discrepancias al momento de elegir el nombre de su hijo y luego deciden cambiarlo.
Como tercero, sostuvo que también cambian de nombre cuando hay reconocimiento, es decir, si a un bebé lo registró la mamá como madre soltera y el papá lo reconoce tiempo después, hasta los 18 años, hay cambio de nombre porque le cambia el apellido.
“Cuando se habla de nombre se habla de componente completo, nombre y apellido. Entonces el apellido de la mamá pasa a hacer el segundo y el del papá el primero”, puntualizó.
El Notario Primero de Soledad indicó que como cuarta razón están quienes desean cambiar su nombre de ‘pila’ por uno más sonoro o artístico. Este caso, según cuenta, ha pasado varias veces por su despacho.
La quinta y última razón que expuso Altamar es de quienes cambian de nombre por el componente de cambio de sexo. En lo que va de este año, la Notaría que él dirige recibió cuatro casos de esta índole.
“En esta Notaría, este año se han dado seis casos en donde se cambian el nombre de ‘Mario’ por ‘Johanna’ o viceversa. Es decir, personas que venían de nombres masculino y deciden colocarse nombres femeninos”, expresó el notario, quien además dijo que otros cuatro casos fueron por el componente de cambio de sexo.
En esta última situación, Altamar precisó que “el decreto 1227 de 2015 establece que para cambiar el componente sexo en el documento de identidad, la persona debe presentar una solicitud y su registro. En la primera debe incluir una declaración en donde manifieste que quiere cambiar de sexo porque su deseo es ser ella o él, en la situación que corresponda”.

Requisitos
De acuerdo con la Superintendencia de Notariado y Registro, las personas que quieran cambiar de nombre deben tener en cuenta los siguientes requisitos para realizar este procedimiento: presentar fotocopia de su cédula de ciudadanía y copia auténtica del registro civil de nacimiento ante una notaría.
Así mismo, debe solicitar en ese despacho el trámite de una escritura pública en la que se procederá a hacer el cambio de nombre.
Con este documento debe presentarse en la oficina donde reposa el registro civil y solicitar una modificación del mismo. Luego de realizar el cambio, deberá tramitar una rectificación de su documento de identidad con la copia del registro civil en la Registraduría.
El costo de este procedimiento de acuerdo a la resolución 0451 de 2017 de tarifas notariales, es de $39.700 más IVA.
Las tarifas notariales anualmente tienen un incremente de acuerdo al IPC (Índice de Precios de Consumo), así que puede ser modificada a partir de enero del próximo año.
Por su parte, el superintendente de Notariado y Registro, Jairo Mesa Guerra, dice que las personas que deseen realizar este trámite deben tener en cuenta “que solo lo pueden hacer una vez en la vida. Para el caso de los menores de edad, el procedimiento deben realizarlo los padres o su representante legal. Así mismo, a estos jóvenes la ley les reserva el derecho de un nuevo cambio de nombre una vez sean mayores de edad.”
Otro caso
Hasta hace un año y medio pocos la identificaban como Carolina Sofía Fonseca. En la cédula, el colegio, entidades bancarias y en otros escenarios lo llamaban Juan David, el nombre que lo identificaba desde que fue registrado por sus padres en Galapa, pocos días después de nacer.
Ella dice que no se sentía cómoda cuando le decían su nombre de pila, porque su identidad de género es de una mujer. Por esa razón decidió tramitar el cambio de nombre, como lo han hecho entre enero y julio de este año otras 7.102 personas en Colombia.
“No estaba de acuerdo mi físico con mi nombre, no me sentía cómoda cuando me llamaban Juan David siendo que yo me veía como una mujer”, explicó la joven trans.
En el caso de Carolina Fonseca, quien asesora en Caribe Afirmativo a personas trans, el cambio se hizo por su identidad de género, pero hay otros en los que el trámite se solicita porque tienen nombres como Guadalupe, Enriqueta, Gastendolfo, Brusneider o sencillamente porque tienen uno común y quieren uno más sofisticado.