Después de llevarse a cabo ayer una asamblea en el coliseo Chelo de Castro, los estudiantes de la Universidad del Atlántico se declararon en paro indefinido, que empezó a regir a partir de la fecha, con la intención de exigir del Gobierno mayores recursos para la educación.
De acuerdo con los manifestantes, estarán en cese de actividades hasta que 'el Gobierno plantee soluciones ante el pliego nacional de exigencias presentado por los estudiantes universitarios a nivel nacional en defensa de la educación superior pública'.
Pese a que el miércoles anterior el Gobierno nacional aseguró la reasignación de $500.000 millones para la educación superior pública en el Presupuesto General de la Nación de 2019, luego de las marchas de universitarios que se llevaron a cabo en todo el país, la manera como se repartirán no logró aplacar el impulso de las protestas de estudiantes y profesores.
Las facultades de Ciencias Básicas, Ingeniería, Ciencias Humanas, Arquitectura, Ciencias Económicas, Educación, Nutrición y Dietética, Química y Farmacia decidieron unirse al paro nacional indefinido.
Mientras que la facultad de Ciencias Jurídicas y la sede de Uniatlántico en Suan estarán en asamblea permanente y paro de actividades académicas hasta el 20 de octubre. Por su parte, los estudiantes de Bellas Artes, quienes sugirieron no paralizar las clases, se acogieron a la decisión de la asamblea.
Durante la asamblea de los estamentos universitarios estuvo presente el rector Carlos Prasca, quien también participó de la marcha de estudiantes y esta vez expuso las necesidades que tiene la alma mater en materia de funcionamiento y administración, por lo que la adición presupuestal es insuficiente.
'Necesitamos recursos para el funcionamiento, para la base presupuestal de la universidad. También se necesita porque la estructura organizacional administrativa que tiene data de cuando la Universidad del Atlántico tenía 8.600 estudiantes. Hoy tiene 24.619', dijo el rector ante los cientos de estudiantes.
Por su parte, el líder estudiantil José David Morales explicó las razones que los llevaron a decidir la suspensión de las clases.
'De esos $500.000 millones, solo $55.000 millones van a la base presupuestal de las universidades. El resto va a una bolsa concursable, donde nos toca competir a las universidades públicas con las privadas por proyectos, y en eso las universidades privadas tienen ventaja. La otra cuestión es que el estudiante entra a la universidad, le dan su crédito y lo paga cuando termine de estudiar', dijo el estudiante, quien agregó que están financiando la demanda en vez de financiar la oferta pública.