
El Ecoparque, una obra para el desarrollo turístico de Barranquilla
La reactivación económica, el reencuentro ciudadano con la naturaleza y los deportes acuáticos son los pilares del proyecto para la recuperación integral de Mallorquín.
Con la construcción del Distrito Familiar Ecoparque comienza la recuperación integral de la ciénaga de Mallorquín y se da el primer paso para el desarrollo ecoturístico de Barranquilla, lo que permitirá afianzar el proceso de reactivación económica de la ciudad tras un año crítico por la pandemia.
Esta obra, cuya inversión es de más de $82 mil millones, permitirá el reencuentro ciudadano con la naturaleza y el desarrollo de deportes acuáticos, para que se convierta en un verdadero atractivo turístico para nacionales y extranjeros.
La obra fue adjudicada en junio pasado al Consorcio JCO Mallorquín, representado por Adalberto Vivero Coronel. Lo integran las firmas Jacur S.A.S (75 %)y Obraci Construcciones S.A.S. (25 %).
Para el alcalde Jaime Pumarejo, Mallorquín será el gran eje ambiental que les permitirá a los barranquilleros estar en contacto con la naturaleza y al mismo tiempo generar desarrollo sostenible.

“En Mallorquín va a haber deportes acuáticos, deportes de vela. Vamos a llevar el tren turístico, eléctrico, desde Las Flores hasta Puerto Mocho, en principio, con la proyección de extenderlo eventualmente hasta Puerto Mocho, inicialmente. Además, vamos a recuperar Puerto Mocho para que sea la primera playa urbana de Barranquilla. Todo eso en el marco de la recuperación económica, con empleo, a través del ecoturismo”, explica.
El Ecoparque, una de las siete etapas en las que se divide el proyecto de Recuperación Integral de la ciénaga, tendrá parques, senderos peatonales, una piscina natural, muelles para actividades náuticas, restaurantes y ciclorrutas.

Ricardo Vives, gerente de Puerta de Oro, empresa que estructura el proyecto, explica que el Distrito Familiar del Ecoparque será un espacio para el encuentro con la naturaleza, que promueva la cultura ambiental e incremente el conocimiento sobre la biodiversidad de fauna y flora local, con elementos urbanos y de paisaje que ayude a mitigar problemas de contaminación y el crecimiento urbano desbordado.
Impulso al turismo de naturaleza. El Distrito Familiar también será un impulso al turismo de naturaleza. Se podrán realizar actividades de contemplación a través de recorridos ecológicos por senderos entre el manglar y el agua de la ciénaga, que permiten apreciar la flora local, respirar aire fresco y observar el ecosistema en el que confluyen río y mar.
El avistamiento de aves, igualmente, hace parte de las actividades que se pueden realizar en esta primera fase del ecoparque, por lo que se plantean paradas o estaciones en medio del recorrido que permiten el encuentro con las especies de aves de la región desde una torre-mirador, con el fin de que los visitantes observen el ecosistema desde una altura por encima de las copas de los mangles.

El recorrido llega hasta un punto dentro de la ciénaga con un muelle que permitirá la interacción con la estructura ambiental de manglares y el disfrute del cuerpo de agua, así como un equipamiento deportivo para la práctica de deportes acuáticos sin motor como ‘kite surf’ (esquí acuático con cometa), vela y kayak.
Esta zona se proyecta como un área de recreación y esparcimiento, de manera que los visitantes puedan disfrutar de la belleza natural de la ciénaga.
Materiales amigables
Otra de las características de este proyecto es el material que se utilizará. De acuerdo con el alcalde Pumarejo, fueron elegidos teniendo en cuenta su eficiencia ecológica y bajo impacto ambiental desde la fabricación hasta el mantenimiento, pero además con una alta durabilidad y resistencia.
Para los senderos peatonales y la ciclorruta se eligió como principal insumo la madera, un material renovable, natural, biodegradable, no tóxico, que no genera impacto negativo en el paisaje y que, teniendo en cuenta las condiciones del ambiente, tendría una alta durabilidad.
Estos senderos serán palafíticos, por lo que no impedirán el paso a las especies de flora y fauna que habitan en la zona del proyecto al estar construidos sobre una base de troncos hincados en el fondo, lo que sentará una plataforma para elevar la estructura y, de esta manera, conservar el medioambiente.
Impacto económico. Dada la magnitud del ecoparque, es posible hacer un símil con el impacto socioeconómico del Gran Malecón del Río, el espacio público al aire libre más visitado del país, en los habitantes de la ciudad, donde los barranquilleros visitan en promedio 12 veces al año, generando un excedente del consumidor promedio de $67.622 pesos por cada visita.
En el caso de Mallorquín, luego de la promoción como zona ecoturística, se espera que los visitantes sean 71 % nacionales y 29 % internacionales. En promedio los turistas consumirían entre 24 mil y 60 mil pesos por visita. De acuerdo con las proyecciones, se espera un movimiento económico entre 20 mil y 77 mil millones en un año.
Rescatar la ciénaga de Mallorquín se ha convertido en un reto para la administración de Pumarejo, trayendo consigo una nueva dinámica de conexión de barranquilleros y visitantes con un ecosistema cuyo paisaje y riqueza biodiversa serán un punto de encuentro para la familia.

La Alcaldía de Barranquilla, a través de la Empresa de Desarrollo Urbano de Barranquilla y la Región Caribe (Edubar), adjudicó las obras de construcción del tren turístico y paseo peatonal de Las Flores, otra de las fases del proyecto de recuperación integral de la ciénaga de Mallorquín.
Fue escogida la firma bogotana Consorcio Tren Mallorquín, conformada por Ambiental y Construcciones S.A.S. e Ingecon S.A.
La firma contratista se encargará de desarrollar las “intervenciones necesarias para la construcción del proyecto Tren Turístico-Paseo Peatonal en el marco de la recuperación integral de la ciénaga de Mallorquín en la ciudad de Barranquilla”, proceso de selección abierta dentro del cual se recibieron tres propuestas a nivel nacional.
En la construcción del proyecto Tren Turístico – Paseo Peatonal se invertirán alrededor de $34.000 millones y se estima que influirá de manera directa en el entorno de 20.000 habitantes del barrio Las Flores y el corregimiento La Playa.
Las intervenciones contemplan el mejoramiento de la vía actual, la cual se encuentra en mal estado o carreteable y sobre la misma diseñar un nuevo perfil de vía mejorando la condición del tramo férreo tanto en su infraestructura como en los materiales rodantes.
A su vez, el proyecto está compuesto por un sendero peatonal y ciclorruta de 2.80 kilómetros de longitud que llevará a los visitantes hacia la playa de Puerto Mocho y se recuperarán los vagones y su riel con dos estaciones para la recogida de pasajeros, acompañado de un estacionamiento.
El plan se ejecutará en fases, dejando así abierta la posibilidad de crecimiento futuro para un aprovechamiento amplio de las características ecoturísticas del tajamar.
El tren turístico de Las Flores comprende un recorrido a lo largo del tajamar occidental, el cual tiene contacto con la ciénaga de Mallorquín, el río Magdalena y el mar Caribe.
En la edición del lunes espere la publicación de un informe sobre la invasión que se levantó en el barrio Las Flores, en un sector de la ciénaga de Mallorquín, y las acciones que ha emprendido la Alcaldía Distrital para resolver las peticiones de la comunidad y garantizar el desarrollo del proyecto.