Atlántico abre sus puertas al turismo para reactivarse
Turismo de naturaleza, gastronómico, de deportes náuticos y el artesanal son las alternativas que ofrece el departamento para los viajeros locales.
El Atlántico se encuentra listo para volver a vivir una temporada de vacaciones de mitad de año, tras el inusual cierre motivado por la emergencia sanitaria por la covid-19. Hace 15 meses muchas personas quedaron con planes comprados; otros con deseos de recorrer los hermosos lugares que ofrece la región, pero el entusiasmo renace con la reactivación.
Este año, tras superar tres picos de la pandemia, el avance del plan de vacunación y los buenos indicadores, el departamento cuenta con la fortuna de ser parte del piloto de reactivación económica, social y cultural del país, en el que se busca poder ir retornando a la “nueva normalidad” a la que nos obligó a vivir este virus.
La Gobernación le apuesta a promover y visibilizar varias rutas de turismo con las cuales cuenta el departamento. El contacto con la naturaleza, caminar por senderos o parcelas agroforestales, adentrándose en el corazón de los bosques para explorar la flora y fauna, encontrarse con especies endémicas como el mono aullador o el tití, disfrutar el avistamiento de aves, son algunos de los planes que pueden vivir los propios y turistas.
La magia de las técnicas usadas por los artesanos del Atlántico para la elaboración de piezas tradicionales hechas a mano, que dan como resultado bolsos, canastas, sombreros, máscaras, artículos decorativos, todo esto a base de materiales que hacen parte de la naturaleza, es otro de los atractivos para los visitantes.
La privilegiada ubicación del departamento, en una esquina estratégica del mar Caribe que aporta una extensión de playas por varios municipios, ha sido aprovechada para el desarrollo de deportes náuticos extremos como surf, kitsurfing, supsurf y windsurf, entre otros, de los cuales pueden hacer parte niños y adultos.
Y por último la gastronomía que brinda el departamento a lo largo y ancho es tan variada que, en su mayoría, cada municipio cuenta con un plato característico para el deleite y disfrute de quienes lleguen a ellos.
EL HERALDO les cuenta algunos de los planes que puede realizar durante esta temporada de vacaciones de mitad de año en el departamento, todos bajo el estricto cumplimiento de los protocolos de bioseguridad.
De igual forma, para conocer todos los planes que hay para realizar en el departamento, puede acceder a la página visitbaqatl.com. El llamado es a vivir un turismo responsable, cuidar el medio ambiente y todos los espacios.
El Atlántico se caracteriza por su gente alegre y creativa, quienes se encargan de elaborar artesanías a base de madera, totumo, palma de iraca, cerámica, entre otros.
En Galapa se encuentran los artesanos de máscaras y todo tipo de elementos a base de madera tallada que hacen parte del Carnaval de Barranquilla.
Con el fin de buscar una alternativa económica sostenible para este gremio, y como una manera de dignificar y mostrar la imagen de los artesanos de una forma diferente, se creó la ruta de ‘artesano por un día’. El plan inicia en el museo del municipio llamado Muga, en donde hay más de 5 mil piezas arqueológicas de diferentes culturas y su historia.
De allí los visitantes son transportados hasta uno de los talleres de artesanías en donde son recibidos con un grupo folclórico y luego pasan a hacer un recorrido con todos los artesanos en las diferentes áreas de corte, tallado, lijado, pintura, empaque, y por último pasan al área de inmersión en donde realizan una artesanía.
Durante todo el proceso reciben una merienda típica hecha por madres comunitarias.
Este recorrido tiene una duración de 2 a 3 horas y un valor entre los 45 y 50 mil pesos por persona.
Las playas del Atlántico se han convertido en el lugar propicio para el desarrollo de actividades extremas como el surf, windsurf y el kitsurfing, gracias a su ubicación y el viento que llega, propicio para estos.
En Salinas del Rey en el municipio de Juan de Acosta, se realiza el kitesurfing, este deporte es para niños desde 7 años hasta adultos.
Allí en este lugar se encuentra la escuela de Kitesurfing Colombia S.A.S, que brinda la oportunidad a quienes se atrevan a aprender y practicarlo, la única condición es saber nadar.
Este deporte consiste en que la persona desde una tabla de surf y sujetada por un arnés y cuerdas ligadas a una cometa, se desliza en el mar gracias al viento.
El precio de una clase de kitesurfing que tiene una duración de 3 horas, oscila en un valor entre los 150 y 200 mil pesos por persona, dependiendo si es privada o semiprivada.
En varias de las playas del departamento se han ido implementando esta y otras actividades que se realizan dentro del mar.
Otras de las playas en donde se realizan este tipo de deportes se encuentran en el municipio de Puerto Colombia y las playas de Barranquilla.
Los ecohostales han ido tomando fuerza durante la pandemia, ya que en su mayoría las personas quieren alejarse un poco de la realidad y reencontrarse con la naturaleza.
Precisamente, el departamento cuenta con varios ecohoteles, uno de ellos se encuentra ubicado a unos 5 minutos de la entrada del municipio de Usiacurí, llamado Ankúa.
Este establecimiento cuenta con cabañas amigables con el medio ambiente, en las que se pueden apreciar los bellos amaneceres y atardeceres del Atlántico.
Las cabañas tiene capacidad de hasta cinco personas, el valor o tarifa varía dependiendo la cantidad de asistentes.
La mayoría de estos lugares ofrecen a los turistas múltiples y variadas actividades para niños y adultos.
Darse un chapuzón en las piscinas naturales, descansar a la orilla de un lago en una hamaca y reposar escuchando el sonido de una cascada natural, son otros de los atractivos que ofrecen.
Dentro de los planes se puede tener contacto con animales al ordeñar vacas, alimentar a los terneros, peces, cerdos y gallinas, y cabalgar.
Practicar senderismo dentro del lugar, cultivar y deleitarse con platos típicos de la zona hechos en leña, son todas las experiencias que podrán vivir los visitantes en este ecohostal y en los que se encuentran en el departamento.
La fusión de las culturas en el departamento hace que la gastronomía sea tan variada, que cada uno de sus municipios ofrece un particular y exquisito plato típico para el disfrute del paladar.
En Baranoa el chicharrón es el plato que caracteriza esta zona, y es por esta misma razón en la vía principal que atraviesa el municipio y que conecta con otros lugares del departamento, son más de 18 establecimientos que ofrecen la crujiente y exquisita carne porcina.
Quienes no vayan exclusivamente al pueblo, solo al pasar por esta vía querrán detenerse a probar al sentir el llamativo olor. Este plato viene acompañado de bollo o yuca y tiene un costo entre los 8 y 15 mil pesos dependiendo el tamaño que desee el cliente.
Precisamente por la amplia gastronomía, el departamento realiza festivales en varias épocas del año, en los cuales exponen sus platos como el del pastel en Pital de Megua en Galapa, el de la arepa e huevo en Luruaco, el del bollo y del frito en Ponedera, el de la guayaba en Palmar de Varela y el de la butifarra en Soledad, entre otros.
En la zona costera del departamento, al pie de las playas, los turistas podrán encontrar diferentes especies de pescados.
