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El transcurso de casi cuatro meses no ha sido suficiente para que las familias damnificadas en el municipio de Piojó disipen el dolor que guardan en sus corazones por la tragedia de aquel 6 de noviembre, cuando las intensas lluvias causaron el desplome total de más de 50 viviendas, así como afectaciones a otras casas ubicadas en los barrios Camino Grande y Cementerio.